El 28 de noviembre de 1978 el pesquero Cruz del Mar, con base en Lanzarote pero matriculado en Vivero (Lugo), sufrió un cruento ataque cuando faenaba cerca del litoral sahariano. Siete marineros lanzaroteños fallecieron y tres consiguieron sobrevivir. No fue la primera embarcación de las Islas en padecer una embestida por parte del Frente Polisario. Tampoco fue la última. Más de 200 canarios desaparecieron, fueron secuestrados o asesinados frente a la costa vecina. Tres décadas después del fin de una década de atentados y asaltos, las relaciones pesqueras con el Sahara vuelven a la palestra por el incierto futuro del acuerdo de pesca entre Bruselas y Rabat, que finaliza el próximo 14 de julio.
Los 23 armadores isleños con licencia para faenar este año en esas aguas africanas están a la expectativa. El convenio pesquero entre la Unión Europea (UE) y Marruecos pende de un hilo tras el posicionamiento en contra del abogado general del Tribunal de Justicia europeo (TUE), Melchior Wathelet, que lo considera inválido por vulnerar, a su juicio, la libre determinación del pueblo saharaui. La opinión del letrado no es vinculante, pero marca la línea a seguir en las sentencias de la justicia europea y avala los argumentos expuestos por la organización Western Sahara Campaing (WSC), con base en Reino Unido, sobre la violación de los derechos de los ciudadanos del Sahara.
Para los pescadores canarios, el banco sahariano siempre ha sido vital para su economía, puesto que las capturas en esta zona -túnidos en la mayoría de los casos- contribuyen a complementar sus ganancias y les ayuda a sortear las dificultades que se presentan en esta actividad en las campañas "menos buenas".
Si finalmente el TUE determina que el convenio debe suspenderse o modificarse por las razones ya expuestas o porque el pacto no contempla el beneficio de la población saharaui por la explotación de los recursos naturales de la zona -según Wathelet, el 91,5% de las capturas se realizan en aguas adyacentes al Sahara Occidental-, los pescadores isleños se quedarán sin poder recurrir a una fuente importante de ingresos.
El actual protocolo entró en vigor en febrero de 2007 para un periodo de cuatro años y desde entonces ya ha sido renovado en dos ocasiones. La Comisión Europea (CE) trabaja con intensidad en la ampliación del acuerdo ante la inminente caducidad del mismo, pero el varapalo del pasado 10 de enero deja en el aire un convenio que no solo beneficia a la flota canaria, sino también al resto de la española y europea.
El abandono de España del Sahara y su indiferente posición sobre las pretensiones de Marruecos de anexionarse ese territorio marcaron el inicio de una década negra. La Asociación Canaria de Víctimas del Terrorismo (Acavite) luchó durante años para que los isleños que sufrieron los ataques y atentados en la costa vecina fueran reconocidos como víctimas. Desde esta entidad apuntan a que "los estados tienen que ser conscientes que en la parte sur del Atlántico han habido víctimas del terrorismo" para que no caiga en el olvido el asedio que, mes tras mes, sufrieron entre 1977 y 1987.
Z Febrero de 1977
El 17 de febrero de 1977 España y Marruecos sellaron un acuerdo de pesca que alcanzaba la costa sahariana. Este protocolo fue el comienzo de las tensiones y discrepancias y ya en abril de ese mismo año el movimiento de liberación del pueblo saharaui reivindica los ametrallamientos del pesquero Pinzales y Puerto de Naos. En ambos ataques no se registraron muertos pero sí heridos.
Z Noviembre de 1977
Tres tripulantes del pesquero Saa son capturados y llevados al desierto del Sahara. Tras el secuestro, la embarcación quedó a la deriva. En esta ocasión se registró un herido. En abril del siguiente año se produce un nuevo ataque. El Santa María Ana, que fondeaba frente a la costa sahariana, recibe el golpe.
Z Abril de 1978
Los ocho tripulantes del barco canario Las Palomas permanecieron secuestrados desde el 21 de abril hasta el 14 de octubre de 1978 en Tinduf. El Gobierno español logra la liberación de los marineros tras meses de negociaciones. En mayo de ese año se produce el ametrallamiento del Lérez y aunque los atacantes tratan de abordar la embarcación, no lo consiguen.
Z Septiembre de 1978
A lada, María Luisa, Dorotea, Batán y Mar Caribe, langosteros isleños, fueron ametrallados desde la costa. Tres marineros fueron heridos. Un mes después seis tripulantes sudafricanos del holandés Zuiderster fueron asesinados y la embarcación española Génesis ametrallada.
Z Noviembre de 1978
El asalto al Cruz del Mar aún pervive en el recuerdo de los canarios. A los diez tripulantes isleños de la embarcación, entre los que se encontraba un niño de 14 años, se les obligó a ponerse de rodillas para su ejecución. Solo tres consiguieron salvar la vida al saltar al mar.
Z Mayo de 1980
Tras los ataques a embarcaciones de distintas banderas que acudían al banco de pesca sahariano a faenar, en mayo de 1980 el Juancho, con base en Canarias y matrícula de Vigo, es ametrallado frente a la costa mauritana. En diciembre de ese año, son liberados 39 pescadores españoles que fueron secuestrados meses antes tras los asaltos al Costa de Terranova, el Sarita, el Gorgomara y el Cabo Jubi. En octubre de 1980 el Mencey de Abona parte de La Luz con una decena de tripulantes. Nunca regresó. La embarcación, ametrallada por el Frente Polisario, desapareció.
Z Octubre de 1983
En octubre de 1983 se produce un nuevo ataque a marineros canarios. En esta ocasión, cinco tripulantes isleños a bordo del pesquero sueco San Blas logran sortear las balas dirigidas a la embarcación. Ese mismo mes fallecen dos pescadores portugueses del pesquero Driss.
Z Septiembre de 1984
El Agadir II fue ametrallado desde tierra en septiembre de 1984, un ataque que no dejó heridos. Tres meses después, en diciembre, el Algargar sufre la misma embestida y tres marineros resultan lastimados.
Z Septiembre de 1985
El barco Junquito, con base en el Archipiélago, recibe disparos y es asaltado. La patrullera de la Armada Tagomago acude a su rescate y el cabo segundo artillero fallece de un balazo. Los siete tripulantes del pesquero fueron secuestrados.
Z Julio de 1986
El mercante Puerto Canario sufre un ametrallamiento a su paso por las aguas del Sahara el 21 de julio de 1986. Un tripulante fallece.
Z Enero de 1987
Durante el primer mes de 1987 se produjeron diferentes ataques frente a la costa sahariana. El barco luso-marroquí Eugenio (con un muerto y dos heridos) fue el primero en sufrir el asedio, luego las embarcaciones de recreo Turletu y el Mister Samsen (cuyos tripulantes fueron secuestrados) y finalmente el carguero panameño Maritime King. El 23 de enero se asaltó este barco, el segundo de este tipo, y no se registraron heridos. La década negra de la pesca canaria, en la que muchos isleños a bordo de embarcaciones con bandera española o de otros lugares del mundo sufrieron ataques frente a la costa vecina, regresa al recuerdo de los habitantes del Archipiélago, justo en el momento en el que el acuerdo pesquero entre la UE y Marruecos está en entredicho por su aplicación en el Sahara Occidental.
