África crece a un ritmo medio del 3,5% y la inmensa mayoría de los países de ese continente esperan con los brazos abiertos la llegada de capital extranjero que mantenga el actual dinamismo de sus economías. En los últimos años, tanto la estabilidad política como la gobernanza han mejorado en gran medida, pero aún restan por limar aristas que por sí solas constituyen una traba importante para los negocios. La corrupción en sus diferentes facetas -evasión de capitales, fraude fiscal o blanqueo, entre otras- ha puesto en guardia al área occidental del continente vecino y los estados se plantean compartir recursos para erradicar la lacra.

"De nada sirve que Ghana cuente con un marco jurídico para atraer la inversión si no ocurre lo mismo en los países del entorno", señaló ayer el ministro de Comercio e Industria de ese país, Alan Kyerematen, durante la celebración en Casa África del foro económico internacional Perspectivas de crecimiento económico en África Occidental. Una cita que sirvió para incidir en el amplio abanico de posibilidades de inversión que surgen frente a las costas canarias.

Los primeros perjudicados por la corrupción son los propios estados africanos, que dejan de ingresar importantes sumas en sus respectivas arcas. "Hay que crear un marco institucional", insistió Kyerematen, para cercar a quienes pretenden regatear el marco jurídico en beneficio propio y en perjuicio de la colectividad.

Desde otra perspectiva, también la falta de solidez en la seguridad jurídica y fiscal que ofertan los estados determina en buena medida que los consejos de administración de las grandes empresas los tengan en cuenta en sus planes de expansión. No obstante, el viceconsejero de Acción Exterior del Gobierno de Canarias, Luis Padilla, restó dramatismo a la cuestión al apuntar que ha habido circunstancias de este tipo "aquí y allí". Como argumento utilizó el informe anual Doing business, que refleja el nivel de facilidades o dificultades que encuentra la inversión en los diferentes países. Los avances logrados por los países de África Occidental son notables. "Se trata de que los problemas sean los menos posibles", expuso el viceconsejero de Acción Exterior.

El encuentro congregó en la capital grancanaria a ministros y representantes de los niveles gubernamentales más altos de seis países: Mauritania, Marruecos, Senegal, Ghana, Costa de Marfil y Cabo Verde, quienes debatieron sobre las "nuevas estrategias" que, en opinión del director del Centro de Desarrollo de la OCDE, el italiano Mario Pezzini, deben garantizar el despegue equilibrado de las economías africanas. "No puede haber una parte de la sociedad que se desarrolla y otra no", enfatizó Pezzini para quien resulta muy probable que el actual crecimiento "vaya a aumentar".

A ello ayudará también la erradicación de las barreras arancelarias que va a traer el tratado de libre comercio al que ya han manifestado su adhesión 44 países, tal y como señaló el director de Casa África, Luis Padrón. Este viento favorable convierte al continente vecino en el natural escenario para la inversión foránea, lo que entronca directamente con el objetivo canario de internacionalizar su economía. El presidente del Gobierno regional, Fernando Clavijo, explicó que foros de esta naturaleza acercan a las Islas al objetivo de convertirse "en centro estratégico de cara a África Occidental", bien por los nichos de negocio que pueden seducir a los inversores canarios, o bien para operar como plataforma logística que sirva de base a empresas mutinacionales que se instalan en la región.

Por su parte, el ministro de Asuntos Exteriores, Alfonso Dastis, también presente en la cita, reivindicó el papel protagonista de España en la tarea de dinamizar las economías de los países que integran "el continente del futuro", como definió a África. Dentro de ese esquema, Canarias constituye "un activo muy importante para la relación del Estado con el continente vecino", afirmó el ministro.