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La banca digital condena a las cartillas

El avance de las nuevas tecnologías relega a un segundo plano a las libretas de ahorro

La banca digital condena a las cartillas

Las libretas de ahorro agonizan. La irrupción de las nuevas tecnologías y la decidida apuesta de las entidades financieras por la banca digital han relegado a las cartillas a un segundo plano. Las sucursales bancarias se vacían cada vez más de clientes que buscan la inmediatez y comodidad que ofrece la digitalización del sector financiero. Las nuevas tendencias de consumo avanzan con paso firme y la banca destina más inversión para estar a la vanguardia tecnológica. Las personas mayores que viven en zonas rurales son, principalmente, quienes mantienen con vida a las libretas. En la mayoría de los casos, según exponen algunos empleados de banca, solo se sienten seguros ejerciendo el control sobre sus ahorros a través de esta herramienta que muchos ya califican de "anacrónica". Los bancos, pese a seguir ofreciendo esta prestación a todos sus clientes, tienen claro que se trata de "un soporte de uso decreciente". Su extinción no solo traería al sector financiero el ahorro de costes de papel, sino que también supondría la liberalización de parte de su personal de tareas rutinarias.

Quienes consultan sus ahorros a través de la cartilla en el Archipiélago son minoría. Bankia apunta a que el abanico de posibilidades que ofrecen otros canales que facilitan consultar y operar sin desplazamientos las 24 horas del día, realizar pagos inmediatos -ya sea mediante transferencia o servicios como Bizun para el pago de móvil a móvil- o disponer de efectivo en los cajeros de su red, deja en el recuerdo el uso de la libreta de ahorro.

En su caso, la caída de clientes isleños que operan con cartilla fue del 22% en marzo en comparación con el ejercicio anterior. Según expone la entidad, el lanzamiento de la Cuenta On y otros productos digitales, exentos de comisiones, contribuyen cada vez más a enviar al pozo del olvido a las libretas. A ello se suma, además, la comodidad que implica poder llevar a cabo cualquier operación o contratar algún producto son tener que pasar por la oficina bancaria. Eso sí, la entidad presidida por José Ignacio Gorigolzarri recuerda que son los clientes los que eligen cómo conecta con el banco.

Uso creciente del canal digital

En esta línea se sitúa también BBVA. "Ponemos a disposición todos los canales: desde los tradicionales a los digitales y es nuestro cliente el que elige cuándo y dónde se quiere relacionar con su banco", expone la entidad. En su caso las cifras también son llamativas y hablan por sí solas. Más de la mitad de sus clientes, el 54,1%, eligen relacionarse con el banco mediante internet y el 44,3% se decanta por hacerlo a través de la pantalla de un móvil.

El empleo de los canales digitales es, según esgrime el banco presidido por Francisco González, "exponencial". No en vano, el lanzamiento de aplicaciones es cada vez más habitual y, entre otros ejemplos, BBVA cuenta con una app que permite planificar económicamente el nacimiento de un hijo.

Santander, la firma presidida por Ana Botín, está inmersa en la incorporación de las nuevas tecnologías a los procesos y canales de relación con los clientes "con la intención de agilizar y hacer más sencillos sus procesos y reducir los tiempos de contratación". Y esta adaptación a las nuevas tendencias de consumo se reflejan una vez más en las cifras y en la respuesta de los usuarios, "que tienden cada vez más a utilizar la tecnología ( smartphone o tabletas) para realizar sus operaciones y, por eso, las libretas cada vez se usan menos".

En 2017, Santander alcanzó los 3,2 millones de clientes digitales, un 15% más respecto al año anterior. Una vez lograda esta cifra, el objetivo del banco es llegar a contabilizar los 4,2 millones a lo largo de este ejercicio. La entidad aclara que el mayor uso de los canales digitales no supone una menor inversión en la red de oficinas. "Al contrario. Santander ha apostado por un nuevo concepto de oficina, Smart Red, que integra los canales digitales en la operativa diaria para agilizar los procesos y favorecer una relación más estrecha con el cliente, que demanda servicios de mayor valor añadido", sostiene. Así, el banco cerró el pasado ejercicio con la transformación digital en la red comercial de 500 oficinas.

El director territorial de Canarias de Banca March, Javier Ramírez, apunta a que más de un 70% de los clientes de Banca Privada utiliza la banca online y más de un 20% opera a través del móvil. "Esto refleja la agilidad de Banca March para incorporarse a la vanguardia de la transformación digital", subraya. La entidad indica que esta afirmación se apoya en la duplicación de la inversión en tecnología o en la potenciación de la multicanalidad de sus oficinas en centros de negocios para facilitar las gestiones bancarias que demandan los usuarios.

"En nuestro caso, la realidad digital sirve para complementar, enriquecer, potenciar y facilitar las relaciones con el cliente, para darle el mejor servicio y ofrecerle los mejores productos. Nuestra capacidad de respuesta está al mismo nivel que las entidades más avanzadas. Pero nunca la tecnología será un fin en sí mismo y nunca sustituirá la relación que nuestros profesionales mantienen con los clientes. Más bien estará al servicio de nuestro modelo de negocio", asegura Ramírez.

Así, la banca mantiene abierta la puerta a las libretas de ahorro, pero el imparable avance de los canales digitales condenan a las cartillas a su extinción. Lo que para muchos ya es una rara avis del sector financiero, sobrevive en las manos de aquellos clientes que se resisten a dar el salto digital por desconocimiento o falta de medios para ello.

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