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La industria canaria se juega su futuro con la introducción del gas natural

Las factorías españolas reducirán sus costes en los próximos años gracias al gas, aún sin llegar a las Islas

Héctor Perea, director de Estrategia de Cepsa, ayer durante la presentación del informe. CARSTEN W. LAURITSEN

La industria se juega buena parte de su supervivencia en el tejido productivo de la Comunidad Autónoma con la introducción del gas natural en el mercado energético de las Islas. La incorporación o no de esta nueva fuente de generación en el llamado mix energético -en el mix entran todas las fuentes con que cuenta un determinado territorio: petróleo, gas, renovables, aire propanado...- determinará si las factorías del Archipiélago podrán o no subirse al tren de las fábricas del resto del país, que en los próximos años sustituirán sus viejas calderas por unidades de generación que se alimentarán de gas natural. En otras palabras: si las industrias de la región ya soportan en la actualidad unos costes energéticos sensiblemente más altos que las del resto del país -alimentar sus máquinas le cuesta a una factoría isleña hasta un 21% más que a una similar de la Península, según datos de Asinca-, esa diferencia se agrandará con el paso de los años a medida que el gas se convierta en la principal fuente de energía del sector secundario español, la misma fuente de la que carece el mix canario.

Así se desprende del informe Cepsa Energy Outlook 2030, un trabajo que la compañía dio a conocer al mundo ayer en Santa Cruz de Tenerife y que en medio de la controversia que protagonizan los partidarios y los detractores de la introducción del gas natural en el Archipiélago prevé que la demanda de esta fuente de energía crecerá en España un 15% de aquí a 2030. El análisis prospectivo que presentó el director de Estrategia de Cepsa, Héctor Perea, en compañía del consejero de Turismo, Cultura y Deportes del Gobierno de Canarias, Isaac Castellano, y del presidente de la patronal CEOE en la provincia occidental, José Carlos Francisco, avanza que dentro de doce años, el gas natural no solo no habrá perdido peso en el mix energético español, sino que, por el contrario, habrá aumentado "ligeramente" su cuota "hasta absorber en torno a un quinto de la demanda final de energía del país". Y ¿cuál es la razón que lleva a los expertos de los servicios de estudios de Cepsa a esta conclusión? Fundamentalmente la certeza de que la industria nacional profundizará en el proceso de renovación de sus calderas por otras más modernas y eficientes alimentadas con gas. "La retirada paulatina de las calderas de gasoil, fuel o carbón a favor de unidades a gas más eficientes y ecológicas será el principal motor del crecimiento en la industria", que con el transporte por carretera será a su vez el sector que impulsará el aumento de la demanda de esta fuente de energía de aquí a 2030.

Además, el informe de Cepsa también prevé que la demanda de gas en los hogares, si bien no aumentará como sí en la industria, sí al menos "se mantendrá firme". No obstante, tampoco los hogares canarios pueden de momento optar a este tipo de energía, sin la cual, como corroboran las previsiones de Cepsa y vienen avisando desde la Asociación Industrial de Canarias (Asinca), las factorías del Archipiélago corren el riesgo de no sobrevivir condenadas a continuar con unos costes energéticos desorbitados y, por tanto, condenadas también a perder competitividad en beneficio de las fábricas competidoras de otros lugares. "El gas ha dejado de ser una demanda histórica de Asinca para ser absolutamente necesario para la supervivencia de la industria en Canarias", advirtió días atrás el presidente de la patronal, Andrés Calvo, en una entrevista con este diario.

El petróleo no se retira

Cepsa Energy Outlook 2030 también pone de manifiesto que aunque la tendencia es que se disminuya la intensidad del carbono en el mix energético -en general y sin entrar en detalles territoriales-, lo cierto es que el petróleo va a seguir creciendo; a menor ritmo pero, en definitiva, creciendo. Eso sí, las fuentes de generación renovables -el mar, el viento, el sol...- serán, con arreglo a la búsqueda de una mayor eficiencia y menor huella ecológica en la que se han embarcado las principales economías del mundo -pese a la tibieza de líderes como Donald Trump-, las que mayor cuota ganarán en el mix energético.

En este sentido, Héctor Perea explicó minutos antes de la presentación del informe que, por un lado, el gas "va a ser una fuente de energía importante en esa transición hacia una economía menos intensiva en carbono", y, por otro, que las renovables "muy posiblemente" serán "la energía que crezca a mayor velocidad, con tasas de doble dígito, es decir, por encima del 10%, en los próximos años".

Así pues, en 2030 la generación energética seguirá "dominada" por el petróleo, el gas y el carbón.

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