La Federación Canaria de Municipios (Fecam) reorganizará las funciones de la plantilla y la carga de trabajo del personal pero no adoptará medidas drásticas de despidos o expedientes de regulación de empleo (ERE), al menos a corto y medio plazo. El comité ejecutivo de la entidad ha decidido que sea la Comisión de Función Pública y Seguridad la que elabore propuestas de reestructuración interna para que sean aplicadas.

El órgano de gobierno de la Fecam ha querido contrarrestar las señales de alarma que se habían lanzado desde los representantes de los trabajadores y desde algunos alcaldes críticos con la gestión del presidente de la Fecam, Manuel Ramón Plasencia, negando cualquier intento de reducir personal, pese a que la auditoría encargada por el comité ejecutivo concluye que hay puestos donde la carga de trabajo es muy reducida y propone una regulación de empleo. La dirección de la Fecam apuesta por seguir negociando con el comité de empresa para alcanzar puntos de encuentro sin tener que pasar por despidos, pero sí se advierte de la necesidad de reestructurar la plantilla para repartir el trabajo. "Hay que tomar decisiones pero la voluntad no es que sean drásticas sino desde la negociación", añaden fuentes del comité ejecutivo.

La plantilla de la Fecam está formada por más de 40 trabajadores y los representantes sindicales de la plantilla, sobre todo CCOO, habían alertado sobre un posible ERE. La mayoría de los alcaldes que forman parte del comité ejecutivo han frenado cualquier intento de despidos y han presionado a la presidencia de la entidad para que se busquen soluciones alternativas que no sean traumáticas.

Las críticas lanzadas desde algunos sectores de la Fecam y de los trabajadores han causado inquietud y malestar en la dirección de la entidad y fuentes cercanas a la misma aseguran que el presidente Manuel Ramón Plasencia tiene el respaldo del comité ejecutivo y que los ataques que ha recibido han sido "desorbitados". La Fecam reitera que la reorganización de la plantilla se intentará adoptar con el mayor acuerdo posible, una vez que se determinen las funciones y el reparto de la carga de trabajo para evitar la situación actual.