"El negocio no es vender, sino recibir la ayuda". Con estas palabras definió el empresario importador Sebastián Grisaleña, expresidente de la Confederación Canaria de Empresarios (CCE), el rumbo que, en su opinión, ha tomado el Régimen Específico de Abastecimiento (REA). Hoy el Consejo de Gobierno aprueba la propuesta de reparto de este incentivo para el año próximo.
El documento contempla 2,3 millones de euros menos para los productos importados destinados directamente al consumo. Los principales afectados son los lácteos y las carnes de pollo y bovino. Dicha suma se trasvasará en su mayor parte a la compra de alimento para el ganado y, en menor medida, a la producción de vino en las Islas.
"El Gobierno de Canarias prefiere dar más ayudas al pienso de los animales y restársela a productos de alimentación de primera necesidad en unas Islas donde el riesgo de pobreza es muy elevado y que tienen la cesta de la compra más cara de España", enfatizó Grisaleña.
El empresario hizo extensiva su crítica a toda la clase política del Archipiélago, ya que el Ejecutivo regional, como expuso el consejero de Economía, Pedro Ortega, durante las reuniones mantenidas en días pasados, no hace sino cumplir con el mandato sostenido por todos los grupos con presencia en el Parlamento. A juicio de Sebastián Grisaleña, "el político canario, o sabe demasiado y trabaja por un interés determinado, o tiene un total desconocimiento, no vive la calle. Gana su sueldo, que me parece bien, pero se dedica a decir sandeces".
La Confederación Canaria de la Pequeña y Mediana Empresa (Cecapyme) advirtió en estos días de que la medida tendrá repercusión en el bolsillo de los ciudadanos. Sin embargo, la Consejería de Agricultura, Ganadería, Pesca y Aguas del Ejecutivo regional defiende lo contrario. Según el departamento que dirige Narvay Quintero, el incremento en los precios de la leche o la carne será mínimo; en algún caso, inferior a un céntimo de euro.
"Mi empresa prácticamente no gestiona nada de REA", matizó Grisaleña, que, sin embargo, se mostró indignado por el "nuevo atropello" que, según sus palabras, padece el sector importador. Además, explicó que este está totalmente controlado por la inspección, "pero en el caso de las materias primas para la industria, ¿quién controla su porcentaje de presencia en el producto final?".
En cuanto a las disfunciones que, a su juicio, está generando esta subvención incluye que la paja para consumo de los animales reciba "el doble de ayuda de lo que cuesta en el mercado. Por eso digo que el negocio no es vender, sino recibir la ayuda", recalcó.
Incluyó en el mal funcionamiento la "acaparación" de productos subvencionados con el REA. De tal manera que, como ha ocurrido este año con partidas para el consumo de la cabaña ganadera, "la ayuda se agota en cinco meses. Se sabe quiénes son y dónde están, pero nuestros políticos prefieren desamparar al ciudadano de a pie".
