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Canarias reactiva los trabajos para que sus puertos empiecen a recibir cruceros

Las instalaciones de Playa Blanca y Fonsalía se sumarán a las de Tazacorte, Vueltas y Gran Tarajal

Imagen del puerto de Vueltas, en La Gomera. LP / DLP

La consejería de Obras Públicas y Transportes del Gobierno de Canarias ha reactivado el plan para convertir los puertos de titularidad autonómica en parada obligada para los cruceros de pequeña y mediana eslora. A las tres instalaciones que en la actualidad reúnen ya las condiciones técnicas necesarias para el atraque de este tipo de barco, las de Tazacorte, en La Palma; Vueltas, en La Gomera; y Gran Tarajal, en Fuerteventura, el departamento que dirige el también vicepresidente del Ejecutivo regional, Pablo Rodríguez, espera agregar en el futuro también las de Playa Blanca, en Lanzarote -un puerto que en estos momentos se encuentra en plena ampliación-, y Fonsalía, en Tenerife, un proyecto, este último, aún en fase de licitación pública de las obras, si bien en la recta final de los trámites.

La consejería ha acelerado en el propósito de potenciar la actividad de los cruceros en las Islas y, de hecho, ya se han fijado escalas en los puertos de Tazacorte, Vueltas y Gran Tarajal. Desde el departamento de Obras Públicas y Transportes explican que la vía para ganar cuota de mercado en el negocio de los cruceros pasa por posicionar al Archipiélago y diferenciarlo de otros destinos competidores. ¿Cómo? La idea del Gobierno de la Comunidad Autónoma es venderse en el mercado como un destino de "puertos boutique" para esos cruceros de pequeño y mediano tamaño. Se trata, en definitiva, de explotar ese segmento por medio de una estrategia que ya se está llevando a cabo en algunas zonas del litoral mediterráneo "y que que consiste en ofrecer unas instalaciones integradas en un entorno de marinas deportivas y pueblos pesqueros", apuntan desde la consejería. En definitiva, el objetivo es que la llegada al puerto sea en sí misma un atractivo más, lejos de esas instalaciones en las que el crucerista llega con la sensación de estar en un puerto industrial.

El hecho de que las condiciones y dimensiones de los puertos de titularidad autonómica no permitan el atraque de barcos de más de 220 metros de eslora descarta el segmento de los grandes cruceros pero igualmente ayuda en el objetivo de convertirlos en "puertos boutique". De hecho, la consejería de Pablo Rodríguez ya ha destinado o reservado casi 1,2 millones de euros para distintas obras en los tres puertos ya habilitados para recibir cruceros. En las instalaciones de Vueltas ya se han ejecutado trabajos por un importe de prácticamente 200.000 euros que han incluido, entre otras actuaciones, la urbanización del entorno de la estación de pasajeros. En Tazacorte está pendiente de licitación -lo que tendrá lugar en septiembre- por un montante de entre unos 700.000 y 900.000 euros, la obra para construir un edificio de pasajeros que haga más sencillo el cumplimiento de las medidas de seguridad a las que obliga el Plan de buques e instalaciones portuarias. Y en Gran Tarajal están en ejecución los trabajos para el acondicionamiento de los exteriores de la terminal de pasajeros, con el embellecimiento de la zona y la creación de una conexión entre el paseo marítimo de la playa y el propio puerto, un espacio para aparcamientos, zonas ajardinadas... El presupuesto asciende a algo menos de 180.000 euros.

El impulso del Gobierno al plan para ganar cuota de mercado en el negocio de los cruceros ha implicado también la reactivación de los planes de seguridad portuaria, imprescindibles para recibir pasaje internacional. Estos planes se comenzaron a tramitar en 2013, sufrieron un parón en 2015 y se han retomado ahora con el desembarco de Rodríguez en la consejería, donde se ha nombrado un coordinador de seguridad encargado de elaborar estos documentos.

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