"Llevaban cuatro años sin pagar el alquiler cuando los denuncié, y ya llevo un año más esperando que la justicia los desaloje para poder recuperar mi casa. Me dicen que no pueden pagarme y que tampoco pueden irse a otra casa porque los alquileres están muy caros, así que no me ha quedado más remedio que pedir el desahucio". El conflicto entre sus inquilinos y Marta G., propietaria junto con su hermano de la vivienda en arrendamiento situada en La Orotava (Tenerife) y heredada de sus padres, desembocará en las próximas semanas -tal vez meses- en un nuevo desahucio por impago del alquiler. No en vano, el juez ya ha condenado a la pareja que habita el inmueble.
El caso, por tanto, engrosará próximamente las estadísticas de desahucios -lanzamientos en el argot judicial- relacionados con la Ley de arrendamientos urbanos. Y el número de casos, lejos de reducirse después de tres años desde el final de la crisis -al menos en términos macroeconómicos-, se ha disparado sobremanera desde el año pasado. ¿Cuál es la razón? El extraordinario incremento del precio de los alquileres, algo que pone de manifiesto el hecho de que disminuyan los desalojos por el impago de la hipoteca mientras que crecen los que tienen que ver con el impago del arrendamiento. Un fenómeno que se ha generalizado en todo el país en los últimos meses y del que Canarias no está exenta, ha-bida cuenta de que el Archipié- lago es precisamente la Comunidad Autónoma donde más subieron los alquileres en 2017, según datos del portal inmobiliario idealista.com y a falta de cifras oficiales. Hasta la friolera de un 27,8% subió el año pasado el coste de arrendar una casa en las Islas, es decir, que ese piso que antes se alquilaba por 350 euros mensuales hoy se pone en el mercado por prácticamente 450.
Y si se disparan los alquileres, se disparan también los desalojos por impagos del recibo mensual. Los datos del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) revelan que en 2017 se ejecutaron un total de 3.342 lanzamientos en Canarias -no todos los lanzamientos son desahucios pero sí que todos los desahucios son lanzamientos-. De esos casi 3.350 expedientes contabilizados en el Archipiéla- go por el CGPJ, 1.246 fueron ejecuciones hipotecarias, esto es, lanzamientos a causa de impagos de las cuotas del préstamo bancario. Son un 24,2% menos que en 2016 y un 42,3% menos de los 2.159 registrados en 2015. Una sensible disminución del número de desahucios que tanta indignación social e ira contra la banca desataron en los años más duros de la crisis.
Sin embargo, no todos los desalojos son resultado de ejecuciones hipotecarias, y los relacionados con el impago de alquileres caminan en sentido contrario. El CGPJ contabilizó el año pasado hasta 2.096 lanzamientos por aplicación de la Ley de arrendamientos urbanos en la Comunidad Autónoma. Son un 10% más que en 2016, un incremento que no se da en las ejecuciones hipotecarias y en el que subyace esa burbuja de los alquileres sobre la que vienen haciendo hincapié muchos expertos en los últimos meses. De hecho, la situación de Canarias es similar en el conjunto del país, donde los desahucios por el impago de la cuota del arrendamiento ya representan seis de cada diez casos.
Es más, las estadísticas del órgano de gobierno del Poder Judicial en España revelan que la tendencia continúa también este año. En el primer trimestre se registraron en el Archipiélago un total de 570 desalojos relacionados con la vulneración de la Ley de arrendamientos. Para ver la importancia de esta cantidad basta con apuntar que es la más alta en las Islas un primer trimestre de ejercicio desde 2014, la más alta en cuatro años.
Además, los 9.719 expedien- tes contabilizados por el CGPJ en todo el país son el mayor número de casos en tres años. Por el contrario, las ejecuciones por impago de hipotecas siguen la senda descendente, solo 283 en el Archipiélago, la cifra más baja desde que hay registros oficiales, esto es, desde 2013.
