Los criadores de cochinilla almacenan su producción a la espera de ayudas que les permitan dar el "gran salto" al comercio internacional. Los productores canarios aseguran que no pueden competir en el mercado exterior en igualdad de condiciones que sus competidores por la ultraperificidad de las Islas, por lo que tienen que esperar, hasta siete años en algunos casos, a que el precio alcance un importe que les permita comerciar con garantías de rentabilidad. El presidente de la Asociación de Criadores y Exportadores de Cochinilla de las Islas Canarias (Acecican), Lorenzo Pérez, advierte que el sector está "al borde de la desaparición", por lo que espera como agua de mayo que la cochinilla se incluya en las ayudas del Programa Comunitario de Apoyo a las Producciones Agrarias de Canarias (Posei).
Para alcanzar ese objetivo, es necesario que el Ejecutivo regional eleve a la Comisión Europea (CE) un informe en el que exponga y argumente la necesidad de esa inclusión. Pérez lamenta que este procedimiento se haya dilatado en el tiempo más de lo que en un principio pensó, pues afirma que han pasado algo más de dos años desde que el consejero de Agricultura y Pesca del Gobierno Canario, Narvay Quintero, se comprometió a tratar de abrir esta puerta.
En febrero de 2016, la Unión Europea (UE) concedió a la cochinilla canaria ( Dactylopius coccus) la Denominación de Origen Protegida (DOP), una distinción que fue recibida en el sector como un salvoconducto para impulsar la actividad y estabilizar sus exportaciones sin miedo a darse de bruces en el exterior.
No ha sido así. La realidad ha superado sus expectativas y las dificultades para estar presente en el mercado exterior "con fluidez" siguen presentes. Francia, Italia, Alemania, Corea del Sur, Japón, México y Perú son las grandes potencias compradoras de este tinte natural. Y si competir en calidad no es un problema, sí lo es hacerlo en precios, por lo que los productores se ven abocados a hacer acopio de sus producciones hasta encontrar el momento idóneo para exportar.
Según Pérez, Quintero se comprometió a hacer el informe en junio de 2016 en una reunión con la asociación, "pero ha sido un tema que se ha ido durmiendo". Ahora reclama que se agilice dicha tramitación para tratar de dar un respiro al sector. Pérez confía en que en la segunda quincena de septiembre, y a petición del propio Gobierno canario, el sector participe en la elaboración de dicho informe.
Fuentes de la Consejería de Agricultura y Pesca del Ejecutivo regional sostienen que el Gobierno canario apoya al sector porque son conscientes del valor y la tradición histórica que tiene el cultivo en el Archipiélago. El Ejecutivo está inmerso en la elaboración de un estudio de costes de esta producción, pues se trata de un documento imprescindible para poder trasladarle a Europa la propuesta de incluirlo en el Posei. A lo largo del año, y también con el objetivo de dar un impulso al sector, Quintero se ha reunido con los productores de cochinilla de Lanzarote. Asimismo, mediante unas jornadas informativas, se dieron a conocer las ventajas de estar inscritos en la Denominación de Origen Protegida, pues las ayudas, en caso de que se consigan estarían vinculadas a producciones de calidad.
En cualquier caso, la última palabra sobre la inclusión o no de la cochinilla en el Posei la tiene Europa. El sector se muestra esperanzado porque el comisario de agricultura europeo, Phil Hogan, se mostró abierto a esta posibilidad a través de una carta dada a conocer en julio. "La comisión es muy consciente de las dificultades a las que se enfrentan las regiones ultraperiféricas debido a su situación geográfica", señaló Hogan en su misiva, en la que también resaltó que "el programa Posei tiene en cuenta los retos específicos de la agricultura en las Islas".
Pérez lamenta que el sector no reciba ayudas del Posei, una circunstancia que le impide contar con "un colchón" que le permita vivir sin limitaciones ni estrecheces. Hace más de un año, indica, recibieron una ayuda de 325 euros por hectárea del Programa de Desarrollo Rural (PDR). Esa cantidad se traduce, según explica, en 0,15 céntimos a la hora. "No es significativo", recalca.
La asociación que representa Pérez también dirigió hace unas semanas una "carta abierta" al ministro de Agricultura, Luis Planas, para alertarle sobre los riesgos de desaparición del cultivo en las Islas, introducido en el Archipiélago durante la primera mitad del siglo XIX. En la actualidad existen en el Archipiélago una treintena de productores de cochinilla que, en su mayoría, están en Gran Canaria, Tenerife y Lanzarote, según Pérez. El sector, que en 1935 llegó a exportar 2.130 toneladas, de las que 2.000 procedían de las dos islas capitalinas, produce ahora unas 20 toneladas.
La calidad del ácido carmínico (E120) de la cochinilla canaria es muy preciada en diversos sectores. En el textil se utiliza para teñir tejidos, en el cosmético para barras de labios y en el de la alimentación, entre otras aplicaciones, como colorante en embutidos, yogures, helados y golosinas.
Otros de los objetivos de Acecican es la apertura de un museo dedicado a la cochinilla para que tanto los canarios como los turistas tengan "la oportunidad de conocer la historia de esta parte de la agricultura canaria así como sus posibilidades de futuro".
