"¿Quien pagará nuestas pensiones?, se aumentará la edad de jubilación, la robótica asumirá nuestro puesto de trabajo y la emigración selectiva hará el resto, sólo hace falta que estemos preparados para los nuevos retos, y tengo mis dudas, pues estamos en la era de los derechos y no de las obligaciones". Era la certera reflexión que hacía el empresario SergioAlonso Reyes en el Teatro Cuyás, en la capital grancanaria, en junio de 2017, tras recoger el premio Ser Canarias en reconocimiento a la trayectoria empresarial del grupo Domingo Alonso.

"Detras de todo esto hay muchas personas que han luchado por esto durante muchos años, y ellos son los artífices de lo que hemos conseguido...", sostenía entonces el presidente del grupo empresarial. "Nosotros los empresarios no tenemos muchas oportunidades de tener un micrófono delante, de manera que voy a aprovechar la oportunidad para transmitirles algunos mensajes que a mí me parecen importantes". Y así lo hizo, en un discurso en el que abundo en la educación, la burocracia a la que se enfrenta el empresariado, y en los retos de un futuro que está por escribir.

En opinión de Sergio Alonso y en lo que respecta a la educación, manifestó que "hemos perdido mucho tiempo sin llegar a un consenso en una materia que no admite demora, por lo tanto, podemos calificar a nuestros dirigentes políticos de irresponsables por no haberlo logrado....".

De otro lado, Alonso dejó claro en su alocución en el recinto escénico de Viera y Clavijo, que "cada vez que algún organismo nos pone una mala nota, nos esforzamos en hacer creer que los calificadores son unos incompetentes, sin embargo, si recapacitamos llegaremos a la conclusión de que lo fundamental es conseguir entrenar a los hijos y a los alumnos a pensar para que tengan criterio propio y sepan discernir por su cuenta, no someterse al adoctrinamiento ideológico del profesor de turno". En definitiva, "aprender a convivir preguntándonos cuál es mi contribución para mejorar mi entorno".

El presidente del grupo Domingo Alonso se refirió igualmente a "la cantidad de leyes y normas que entorpecen el camino de la iniciativa privada, muchas veces propiciado desde el sector público temeroso de la competencia que pudiera evidenciar su mala gestión".

Como dato, Alonso destacó que "cada vez que surge un problema aparece una voz pidiendo una regulación sin valorar las consecuencias,..., y el resultado es que somos unos campeones en el desempleo". A su juicio, "nuestra sociedad debe de ser consciente de que el dinero que manejan las administraciones públicas es nuestro, es decir que somos accionistas de una empresa llamada Comunidad autónoma canaria, que a su vez pertence a un grupo de empresas llamado España".

Aprovechó Sergio Alonso su discurso para evidenciar que ante este cúmulo de circunstancias "es más fácil instalarse en la zona de confort" que asumir responsabilidades, y actuar en consecuencia.

Y por último, quiso el empresario brindar una cofidencia al auditorio del Teatro Cuyás: "Me preguntaron por qué seguía trabajando, esa persona no sabe no que es la vocación empresarial, agrandar nuestras empresas es una vocación social; soy optimista por naturaleza y las cosas positivas de esta sociedad no hay que cambiarlas".