La aerolínea islandesa de bajo coste Primera Air, que conectaba los países nórdico con destinos turísticos en el sur de Europa, entre ellos Canarias, dejó de operar la pasada medianoche tras declararse en quiebra.

"La compañía ha trabajado sin descanso los últimos meses para asegurar una financiación a largo plazo. Ante la incapacidad de alcanzar un acuerdo con nuestro banco para una financiación puente, no tenemos otra opción que solicitar la bancarrota", señaló la compañía en un comunicado.

La situación financiera de la aerolínea se ha visto afectada por "varios hechos desafortunados imprevistos" los dos últimos años, como la pérdida de un avión por problemas de corrosión y retrasos en la entrega de su nueva flota de Airbud 321 neo.

Su competidora noruega Norwegian ofreció tarifas de rescate a mitad de precio y bajo ciertas condiciones a los pasajeros de ocho rutas de Primera Air -entre ellas las que unen Copenhague con Gran Canaria, Málaga y Palma de Mallorca- que hayan quedado atrapados lejos de sus hogares.

Primera Air tiene su origen en la aerolínea islandesa Jet X, fundada en 2003 y adquirida cinco años después por el grupo Primera Travel Group, también islandés.

Con sedes en Copenhague y Riga, Primera Air conectaba el norte de Europa con unos 40 destinos -una decena de ellos en España, y había anunciado planes para volar desde varias localidades, Madrid incluida, a Estados Unidos.