Desde hace cuarenta años he estado trabajando en Libby´s, siempre en la dirección, donde empecé con tan solo veintiún años ejerciendo de secretaria de la familia Escuder. Posteriormente, durante una temporada trabajé en el departamento de administración, pero la mayoría de mis años de trabajo los he pasado en la dirección.

Cuando yo empecé a trabajar este edificio estaba en obras, incluso no existían los jardines que hay ahora. La empresa ha ido creciendo paulatinamente. Antes venir a trabajar aquí era un pequeño viaje porque tenías que salir hacia las afueras de Santa Cruz.

Uno de los recuerdos más entrañables que tengo de todos estos años en Libby´s es de la época navideña. La empresa daba regalos a los hijos de los trabajadores. Era un día muy especial porque lo celebrábamos todos juntos, y todos los niños recibían el mismo regalo, sin importar si era hijo de un directivo, de un operario o de un administrativo.

Una de las secretarias era la que siempre se encargaba de adquirir esos regalos. Se dedicaba a esa tarea desde agosto y muchas veces viajaba a Península para comprar el mejor regalo. Los traía ella misma, se empaquetaban para que quedaran preparados para el día de Navidad. Se compraban regalos para diferentes edades y todos los niños de una misma edad recibían el mismo regalo. El último año que se hizo esta celebración, los niños mayores, que tenían de doce a catorce años, recibieron una cámara de fotos. Todos del mismo modelo, tanto para el hijo del director como para el hijo del operario.

Siento a esta empresa como parte de mi familia, he pasado aquí muchas horas y mucho tiempo. Conocí a Jorge Escuder, nuestro director financiero, cuando tan solo tenía cuatro años, y ahora soy su secretaria. ¿Qué cómo era de niño nuestro Director Financiero? súper travieso€ después de esas entregas de regalos navideños subíamos a las oficinas, también subían los hijos de los directivos, todos eran chiquitos, y Jorge era un terremoto.

Son muchos años, hay mucha confianza y respeto. Yo creo que ellos me ven como parte de su entorno, de su vida, porque al igual que el resto de los trabajadores, los directivos también pasan más horas aquí que con su propia familia.