La reapertura de la pesquería del atún blanco (Thunnus alalunga) ha traído más incertidumbre que satisfacciones a los pescadores canarios. Pese a que el Gobierno central levantó la veda el pasado jueves tras efectuar un intercambio de cupos con Portugal, en el sector pesquero no se han disipado las dudas ni las preocupaciones. Los atuneros, seis día después de la reapertura, aún desconocen cuánta cantidad de esta especie puede capturar y temen que la cuota lograda por el Estado sea "irrisoria".

Madrid decretó el cierre definitivo de la pesquería del atún blanco desde el 23 de agosto. España contaba para este año con unas 15.000 toneladas de cuota -que no se asignan por caladeros-, pero la mayor parte fue consumida por la flota del Cantábrico. Hasta esa fecha los pescadores del Archipiélago apenas habían pescado unas 600 toneladas, una cifra muy inferior a las 2.397 toneladas de 2017 (el 16% del cupo nacional) o de las 4.958 (33,2%) de 2015.

Esta situación dejó a la flota isleña al borde del abismo, pues el 80% de las embarcaciones pesqueras estaban paradas ante la imposibilidad de faenar porque el atún blanco, en su ciclo migratorio, se había dirigido hasta ese momento mayoritariamente a otras latitudes. La amenaza de quiebra era aún mayor porque esta circunstancia se sumó al uso de dispositivos concentradores de peces en aguas de Senegal, Mauritania y Cabo Verde por parte de cerqueros españoles y franceses, lo que impedía el paso del patudo, el listado y el rabil hacia el norte.

El presidente de la Federación Regional de Cofradías de Pescadores de Canarias, Fernando Gutiérrez, asegura que la mayor parte del cupo que el Estado negoció con Portugal se destinó a cubrir la cantidad de más que consumió la flota del Cantábrico al rebasar las 15.000 toneladas de la cuota nacional, por lo que solo 73 toneladas serían las que se podrían pescar. Otras fuentes del sector indican que esa cantidad es, incluso, inferior.

En cualquier caso, Gutiérrez demanda que Madrid negocie con otros países un intercambio de la cuota o un adelanto de la del año que viene. Lo ideal, según apunta, sería contar con unas 500 toneladas para tratar de compensar, en parte, la mala campaña de este ejercicio. El secretario de la Federación Provincial de Cofradías de Pescadores de Las Palmas, Francisco Jiménez, definió esta reapertura como "pan para hoy y hambre para mañana". Y si bien desconoce la cantidad de túnidos que se podrá pescar, señala que a él le trasladaron que animase a toda la a pescar. "Me indicaron que dijese a la gente que vaya a pescar, que corran porque esto en cualquier momento se acaba", apunta.