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Entrevista | Julieta Schallenberg

"El futuro del mundo está en el mar"

"La velocidad de las corrientes en las Islas no es suficiente, pero la evolución tecnológica las hará aprovechables", manifiesta la investigadora y profesora de Ingeniería de Procesos de la ULPGC

La profesora e investigadora Julieta Schallenberg. JUAN CASTRO

¿La eólica marina es el futuro?

El problema de Canarias es que continúa teniendo una dependencia muy elevada de la tecnología convencional. A partir del año pasado, han vuelto a reactivarse, tras muchos años de parón, las renovables. Sobre todo en Gran Canaria hemos visto cómo han empezado a aparecer parques eólicos que se ponen en marcha en el sureste. Además, el Archipiélago tiene pendientes dos nuevas adjudicaciones de potencia, una netamente eólica y la otra mixta, porque da entrada también a la fotovoltaica. El esquema de lo que le estoy contestando se replica en otras islas, pero me ciño a Gran Canaria porque tiene mucha más eólica instalada que fotovoltaica y ya empieza a surgir un cierto malestar en un pequeño sector de la población, que se queja de la proliferación de aerogeneradores en tierra. La alta densidad de población, que viene dada por tener un tamaño menor que Tenerife, hace que cualquier actividad que consume suelo resulte muy sensible.

¿No contradice ese malestar el supuesto compromiso social con el medio ambiente?

Hay muchos estudios sobre el Not in my backyard syndrome (no en mi patio trasero), que traducido al caso sería qué bien que haya renovables, pero ponlas donde no las vea. Somos egoístas, pero a día de hoy, no hablo de dentro de diez años, todavía es más económico tener parques eólicos en tierra. Pasado ese tiempo eso ya no será así. La presión sobre el territorio es muy grande y a eso es a lo que viene a dar respuesta la eólica marina. Donde el territorio es muy valioso y cuentas con grandes extensiones de mar con un potencial mayor que en tierra, la eólica marina se va a abrir paso. El futuro del mundo, y no solo en el ámbito de las renovables, está en el mar. Le advierto que es una creencia propia, sin evidencias científicas.

¿Una opinión circunscrita al ámbito de la energía?

No, en muchos asuntos el futuro está en el mar. Hasta en la propia cadena alimenticia. El mar va a ser el gran recurso del futuro. Estamos llegando a unos límites de superpoblación que va ir in crescendo y no va a parar en los 9.000 millones de habitantes. La presión sobre el territorio es muy grande. Piscifactorías, acuicultura, algas... son cuestiones que avanzan rápidamente.

¿Por qué entonces no estamos ya volcando la generación de energía hacia ese ámbito? ¿Por qué no se ha conseguido abaratar la producción?

Las renovables en el mar están menos investigadas, pero dejarán de ser más caras en el corto plazo. Cada vez son más competitivas con respecto a la generación de energía en tierra.

¿Y habrá resistencias medioambientales cuando proliferen? ¿Está medido su impacto?

Hasta 50 metros de profundidad se colocan los llamados bottom-fixed, cimentaciones al fondo, una base de hormigón muy fuerte parecida a las que tenemos en tierra. A partir de los 50 metros, se necesitan los flotantes. El gran desarrollo que ha habido hasta el momento en la eólica marina es en cimentaciones al fondo y no hablo de España, porque lo único instalado en el país es el aerogenerador de Steyco que está frente a Jinámar.

¿Por qué este retraso?

La batimetría, la profundidad, no ayuda mucho, al contrario que en el Báltico, el mar del Norte o las costas de Holanda. Allí se ha estudiado el impacto de estos parques en el medio ambiente marino. Ahora, parques flotantes en todo el mundo solo hay uno, inaugurado en Escocia a finales del año pasado. El mayor potencial de Canarias está en estos, porque al ser islas volcánicas, la profundidad aumenta rápidamente desde la costa. Podrá haber aerogeneradores anclados al suelo, pero menos. Claro, una estructura que flota y no está fijada al fondo permite sin problemas el paso de cetáceos, por ejemplo, y no hay impacto sobre el lecho marino. Siempre teniendo en cuenta que se excluyen las zonas especialmente sensibles, como también ocurre en tierra. En general y a priori, no tiene afección sobre el medio, tiene más la acuicultura. Toda actividad humana tiene impacto sobre el medio, hasta bañarse en el mar, se trata de determinar dónde se puede y dónde no, hay múltiples herramientas, reservas marinas, reservas de la biosfera..., que sirven para marcar los lugares en los que no se pueden colocar aerogeneradores.

Estamos hablando, siempre dentro del mar, solo de eólica. ¿Qué ocurre con el resto de renovables marinas?

La eólica es la más interesante en Canarias porque contamos con muchísimo viento y muy constante. Pero las Islas también encierran un potencial medio en el aprovechamiento de la energía de las olas, la denominada undimotriz, aunque es mucho más alto en el norte de España o en Escocia. Hay otras energías oceánicas, como la que proviene de las mareas o de las corrientes marinas, que utilizan más o menos la misma tecnología, pero las velocidades de las corrientes marinas que existen en las cercanías de Canarias no se adecúan, digámoslo así, a la tecnología que se ha desarrollado hasta el momento.

¿Cómo se aprovecha la energía del movimiento de las corrientes marinas?

En realidad, de una manera muy parecida a como se hace con la eólica. En este caso con unas turbinas que están sumergidas y se mueven con el impulso del agua, que al ser más densa que el aire proporciona, sobre el papel, mucha más energía. Sin embargo, las máquinas actuales necesitan una velocidad de paso del agua que no se alcanza en el océano que rodea al Archipiélago.

¿Evolucionará la tecnología y podrá reducirse el umbral de velocidad necesaria?

Claro, es un problema de adaptación tecnológica. Cuando en los lugares que sí tienen potencial se compruebe que esta tecnología es explotable, se empezarán a desarrollar turbinas. Es lo mismo que pasó con la eólica, que al principio solo podía aprovecharse en los lugares donde el viento era infernal. Con el tiempo las máquinas se han mejorado y no hacen falta las velocidades requeridas al inicio. Pero ahora mismo, Canarias tiene un potencial claro en eólica marina y uno medio, pero no desdeñable, en olas. En este caso, estamos en el mismo escenario, porque los dispositivos se están diseñando para olas muy grandes y la evolución tecnológica hará que ese potencial medio pase a ser alto.

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