Los empresarios familiares son ligeramente más pesimistas este año respecto al devenir de la economía que en 2017, según una encuesta realizada ayer en los instantes previos a la inauguración del XXI Congreso Nacional del Instituto de la Empresa Familiar (IEF), celebrado en Valencia. El sondeo se saldó con resultados como los siguientes: en una escala del 0 al 10, la nota que estas compañías ponen a la situación económica es de 5,48, frente al 6,22 del año pasado, desciende la proporción de quienes esperan un aumento de ventas en 2019 (del 73% al 64%) y también la de aquellos que prevén aumentos de plantilla (46%, frente al 52% de la encuesta de 2017).

Esta atemperación del optimismo tiene más que ver con la situación política que con la económica. En palabras de Juan Roig, que pronunció la conferencia Orgullo de ser empresario : "Este año estamos igual que el año pasado, lo que pasa es que nos hemos dejado llevar por el lío que tenemos político-autonómico, que te hace estar más acojonado, pero no es verdad, la economía va igual que el año pasado". Ante un auditorio de más de 700 empresarios, el presidente de Mercadona lamentó que las perspectivas se hayan "dejado llevar" por la situación en Cataluña y animó a los empresarios a "no tener miedo de salir" a transmitir la labor que realizan para mejorar la imagen dan a la sociedad.

Las palabras de Roig, en la inauguración del Congreso presidida por el Rey Felipe VI, sirvieron para remarcar el respaldo general del empresariado a la corona, como "símbolo máximo de la unidad y estabilidad" de España y a la Constitución por su aportación a la convivencia y al crecimiento.

En ese sentido, Francisco J. Riberas, presidente del Instituto de Empresa Familiar y de la multinacional Gestamp, defendió "el marco institucional estable de convivencia, paz y gran crecimiento" que generó la Constitución, al tiempo que abogó por "reflexionar constructivamente sobre cómo mejorar el modelo económico y social para asentar unas bases firmes que permitan abrir un periodo de crecimiento y bienestar". Asimismo, y citando unas palabras de Felipe VI, Riberas remarcó que la norma "fue fruto de la concordia entre españoles". "Este periodo de la historia de España es una historia de éxito que llevó en su día a algunos a hablar del milagro económico español", reivindicó. Y añadió que, pese a los defectos en el modelo económico que dejó al aire la crisis iniciada en 2008, "no es justo atacar e intentar destruir todo lo que nos ha llevado hasta aquí", sino que es momento de "reflexionar constructivamente sobre cómo mejorar el modelo".

El Rey ensalzó, por su parte, el papel de las empresas de propiedad familiar como "estímulo y verdadera guía para seguir avanzando" ante la "incertidumbre" y los "nuevos retos que surgen cada día".

El monarca remarcó que los empresarios familiares han sido en todo momento una "referencia económica" pero también "social", por lo que es necesario que su labor sea "conocida y reconocida por la sociedad".