Cuando una empresa recibe la autorización del consejo rector de la ZEC -el consorcio está adscrito al Ministerio de Hacienda-, cuenta desde entonces con un plazo de 18 meses para solicitar su inscripción en la zona de baja tributación. El trámite no se alarga más de diez días y desde ese momento la entidad comienza a operar efectivamente bajo el paraguas de la ZEC y a beneficiarse de sus rebajas fiscales. Hasta septiembre, 33 empresas formalizaron su inscripción en Gran Canaria y tres más, 36, en Tenerife. Los 33 negocios que acaban de arrancar en la isla redonda crearán un total de 284 puestos de trabajo; los 36 instalados en la otra isla capitalina generarán 348 empleos.

Como en el caso de las nuevas autorizaciones, también son más, por tanto, las firmas inscritas y el número de puestos de trabajo en la isla tinerfeña. Con todo, sí es sensiblemente mayor la inversión comprometida por las 33 firmas radicadas en Gran Canaria, un global de 85,4 millones, si bien el montante se concentra en un par de proyectos.

A pesar de este reciente desequilibrio, la desigualdad numérica entre las dos islas capitalinas no es tan grande, y, paradójicamente, la que manda es Gran Canaria. Según explicó en el Parlamento el consejero de Economía, Pedro Ortega, las empresas ZEC invirtieron hasta 2017 un total de 308 millones en Gran Canaria, con 2.600 empleos creados, y 258 millones, para 2.559 empleos, en Tenerife.