Comisiones Obreras (CCOO) denunció este jueves la "precariedad" del sector agrícola, en general, y del tomatero, en particular, por la "pasividad absoluta" del consejero de Agricultura, Ganadería, Pesca y Aguas del Ejecutivo regional, Narvay Quintero. La secretaria de Acción Sindical, Mujer y Juventud, Esther Martín, lamentó que el responsable político se preocupe más por los empresarios que por la "miserable" situación de los 20.600 trabajadores de la actividad agrícola que viven, en muchos casos, con sueldos que apenas superan el salario mínimo. El sindicato no solo puso de manifiesto que el incremento de las ayudas y compensaciones al sector agrario no se han traducido en una mejora de las condiciones laborales de los empleados, sino que también anunció la impugnación del convenio colectivo de empaquetadores de tomates de la provincia de Las Palmas -firmado por dos años con el apoyo de UGT y SITCA- "porque no se ajusta a derecho" y aleja el objetivo de lograr, al menos, una retribución de 14.000 euros anuales.

Martín expuso que en el pacto laboral de los tomateros se incluye un artículo "con una mala fe absoluta" que establece que las vacaciones se pagarán y cotizarán por las horas efectivas trabajadas y no por todo el periodo dado de alta. Esta "coletilla", aseguró, va en contra de una sentencia que el Tribunal Constitucional emitió en julio, por lo que el sindicato confía en que la Inspección de Trabajo actúe. La secretaria de Acción Sindical, Mujer y Juventud de CCOO se preguntó, a su vez, qué trabajadores del segmento -integrado por algo más de 2.000 personas, la mayoría mujeres-, han refrendado la firma de dicho convenio, pues las empaquetadoras acaban de comenzar a funcionar y el 80% de los empleados están parados.

La Justicia condenó en 2013 a la Federación Provincial de Asociaciones de Exportadores de Productos Hortofrutícolas de Las Palmas (Fedex) y a la Asociación Provincial de Cosecheros Exportadores de Tomate de Tenerife (Aceto) a devolver en torno a 24 millones de euros por la compensación al transporte de 2002, según recordó Martín. "En un momento crítico", apuntó, CCOO fue la primera organización sindical en unirse a la patronal del sector tomatero para intentar salvar un sector estratégico para Canarias. Fue entonces cuando, con una serie de compromisos, se constituyó la Plataforma en Defensa del Sector del Tomate y Productos Hortofrutícolas del Archipiélago. El objetivo era, según apuntó, que cuando se consiguiera salvar el sector, se diera una mayor estabilidad en el empleo, mantener las producciones agrícolas y el incremento salarial para tratar de remitir la precariedad que viven los trabajadores.

La organización sindical subrayó que gracias a las negociaciones y también a la movilización del sector se logró un incremento de la ayuda a la hectárea de 7.700 euros a 15.000 euros en solo tres años; el aumento de la compensación al transporte -que en 2013 se situaba en torno al 27% y ahora en el 100%-, con lo que se pasa de unas subvenciones de 24 millones a 56; y la subida de las ayudas del programa comunitario de apoyo a las producciones agrarias en Canarias, Posei. Una vez conseguida estas mejoras, la respuesta de la patronal a sus trabajadores ha sido mirar hacia otro lado, según denuncia Comisiones Obreras.

CCOO apunta a que las zafras del tomate son cada vez son más cortas -en torno a cinco meses y en el caso de algunos empleados, solo dos días a la semana durante ese periodo- porque los empresarios apuestan por el plátano u otras frutas u hortalizas que requieren menos mano de obra. Martín señaló que mientras que en el sector tomatero se necesitan a seis trabajadores por hectárea, el del plátano y frutas tropicales solo requieren a uno. La reducción de las campaña implica mayor inestabilidad en el empleo, pero además que los empleados no cobren salarios completos porque trabajan pocos días a la semana. Una situación que impide, además, que esta mano de obra tenga derecho, una vez termine la zafra, de pedir la prestación de desempleo.

Ni Fedex ni Aceto, sostuvo CCOO, pueden alegar una baja producción que conlleve a esta situación, pues las ayudas y compensaciones se han ido incrementando sin que éstas se vinculen a la mejora del empleo. Asimismo, Martín subrayó que al portavoz de Fedex, Gustavo Rodríguez, se le debe "caer la cara de vergüenza" por decir que hay que atraer mano de obra foránea porque en el Archipiélago no hay suficiente. La secretaria de Acción Sindical, Mujer y Juventud de CCOO reiteró que los empleados del sector tomatero viven en la "precariedad absoluta". El salario bruto mensual de 740 euros, apenas diez céntimos por encima del salario mínimo interprofesional (735,90€), no contribuirá a paliar esa situación, lamentó. Es más, Martín aseguró que muchos trabajadores no solo no llegan a final de mes, sino que tampoco les sirve para cubrir sus necesidades básicas y tienen que solicitar alimentos.