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Los importadores canarios exigen que el paso al coche eléctrico lo regule la UE

Estiman corto el plazo que baraja el Gobierno para el cambio

Los importadores y vendedores de vehículos de Canarias se mostraron ayer conformes con la idea del Gobierno central de perseguir una movilidad menos contaminante, si bien estimaron escaso el plazo de 22 años -con límite en 2040- para retirar de la venta y prohibir la matriculación de los vehículos que se alimentan con combustibles fósiles. Además, exigieron que sea la Unión Europea (UE) la que lidere el proceso y lo armonice. Por contra, los usuarios de automóviles eléctricos aseguraron que los avances tecnológicos permitirán que el propio mercado adelante el cambio.

Son las reacciones al adelanto del contenido de la ley de cambio climático y transición energética que prepara el Gobierno de Pedro Sánchez. Al terminar 2017, en Canarias había un total de 1.189 vehículos eléctricos -544 turismos-, el 0,07% del parque móvil, que integraban en ese momento 1,64 millones de automóviles, según datos del Instituto Canario de Estadística (Istac).

La implantación de la nueva tecnología es lenta. El presidente de la Federación Regional Canaria de Empresarios Importadores y Concesionarios de Automóviles (Fredica), Rafael Pombriego, señaló ayer que, hasta octubre, en este año se han matriculado 141 vehículos libres de emisiones de gases nocivos en las Islas. La cifra es baja, pero ya supera en un 42% a la alcanzada durante todo el pasado ejercicio.

Ese ritmo de ventas, "a pesar de las políticas para fomentarlas", llevó a Pombriego a explicar que los 22 años anunciados el martes por el Ejecutivo central socialista "puede parecer un periodo muy largo, pero es muy corto para que la industria" de la automoción logre adaptarse completamente.

En sentido diametralmente opuesto se manifestó el secretario nacional de la Asociación de Usuarios de Vehículos Eléctricos (AUVE), Héctor Rodríguez, para quien el horizonte de 2040 resulta "excesivo. Observando la evolución de la tecnología y el abaratamiento de los precios, me resulta extraño pensar que ya en 2030 comprar un coche con motor de combustión no sea una estupidez", expuso. Sobre todo cuando el gasto supone "un euro cada 100 kilómetros", abundó.

En esa línea, detalló que la práctica totalidad de los vehículos eléctricos ofrecen ya 200 kilómetros de autonomía "y dar la vuelta a Tenerife", isla en la que ostenta el cargo de delegado de AUVE, "son 192 kilómetros". Además, se mostró confiado en que el nivel de autonomía crecerá con rapidez de la mano de la investigación.

"Tenemos que ser valientes en todo lo que tiene que ver con el cambio climático", señaló el presidente del Gobierno de España. En los pasillos del Congreso, Pedro Sánchez recordó además que otros países europeos como Alemania prevén que esa misma prohibición llegue antes, en 2032. Incluso, Holanda ha determinado que sea en 2025.

Precisamente, Rafael Pombriego lamentó que sea cada estado de la UE el que decida de manera independiente cómo articula el cambio. "Los vehículos están homologados en el ámbito europeo y se puede dar el caso absurdo de que un francés tenga que dar la vuelta en la frontera con Alemania", detalló, porque ese país ha determinado poner fin antes a los motores que se alimentan con combustibles fósiles.

El presidente de Fredica expresó el malestar del sector ante la posibilidad de que la regulación lamine "las perspectivas" que tienen los compradores en el momento de la adquisición, por lo que solicitó que se eliminen las incertidumbres, "sobre todo las que afectan a los consumidores".

Puntos de recarga

Otro aspecto que hace dudar al presidente de Fredica del cumplimiento de los plazos es el ritmo al que crece la existencia de puntos de recarga en los que alimentar las baterías de los automóviles eléctricos. Al respecto, Héctor Rodríguez, detalló que solo Tenerife, cuyo Cabildo ha decidido dejar en manos de terceros la instalación de estas electrolineras, no ha comenzado a afrontar esta labor.

Pombriego expresó además sus dudas sobre la capacidad del sistema eléctrico para hacer frente a un rápido incremento de la demanda por esta vía y señaló que la actual configuración del mix energético "no garantiza que se vaya a contaminar menos". En otras palabras, la aún alta dependencia de la generación convencional de electricidad, estaría trasladando las emisiones de gases nocivos desde los tubos de escape a las chimeneas de las centrales de generación.

En cambio, Rodríguez aludió a los estudios -"del pozo a la rueda"- que concluyen que aun con una dependencia absoluta del petróleo para generar electricidad, "escenario cada vez más lejano", matizó, el vehículo eléctrico es "un 40% menos contaminante".

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