El Gobierno de Pedro Sánchez volvió a aprobar ayer la senda de déficit para 2019-2021, consciente de que esta vez tampoco logrará la convalidación del Parlamento, pero con la idea de no dejar ningún resquicio legal a que PP y Cs puedan bloquear la tramitación de los Presupuestos con su mayoría en la Mesa del Congreso.

La senda socialista supone una flexibilización de los objetivos de déficit vigentes para el conjunto de las Administra-ciones Públicas, de cinco décimas para 2019 (hasta el 1,8 % del PIB), de seis décimas para 2020 (1,1 %) y de cinco décimas para 2021 (0,4 %).

No obstante, los Presupuestos de 2019 se presentarán con la meta de déficit vigente para el Estado, del 0,3 % del PIB, lo que obligará a ajustar en unos 1.200 millones de euros el techo de gasto de 125.064 millones informado (no necesita convalidación) a las Cortes en julio, tras su aprobación por el Gobierno junto con la senda de déficit.