El negocio turístico canario fue capaz de sacudirse los malos augurios durante el pasado año y prolongar su época dorada. En los once primeros meses, las Islas recibieron 14,2 millones de visitantes, lo que ya permite afirmar que 2018 se cerró con más de 15 millones de viajeros, el segundo mejor dato de la historia. Además, a pesar de que la caída de llegadas con respecto a 2017 existe, aun con menos clientes aumenta el gasto global.

Los peores pronósticos señalaban que Canarias perdería un millón de turistas a lo largo del pasado ejercicio. Hasta noviembre el retroceso era de 391.387 (-2,7%), con lo que cuando al final de este mes se conozcan los números del año es más que probable que el negro escenario pintado se torne gris claro. Ahora bien, las amenazas continúan existiendo, sobre todo la de un brexit duro que pueda trastocar el engranaje que ha hecho del Reino Unido el principal caladero histórico en el que pescar turistas.

Trasladado a terminología clínica, el turismo presenta en las Islas un buen estado pendiente de evolución y esta tendrá mucho que ver con la suavidad o brusquedad con que aterrice la economía europea en este curso recién iniciado. En los once primeros meses del año pasado, el Archipiélago echó de menos, en comparación con el mismo periodo de 2017, a 264.154 británicos (-5,4%), 53.902 alemanes (-1,9%) y 73.017 nórdicos (-4,9%).

Sin embargo, mientras los dos últimos mercados mantuvieron en noviembre el rumbo errático de los meses anteriores, alimentado en parte por la tardía llegada del frío a centroeuropa y Escandinavia, la aportación de Gran Bretaña dejó un dato para la esperanza. Las llegadas desde el Reino Unido superaron en un 3,4% a las registradas en el undécimo mes de 2017.

La curva que no muestra ningún titubeo en su ascenso es la que dibuja la evolución del mercado peninsular. Desde la España continental llegaron hasta el undécimo mes del año recién concluido 1,63 millones de turistas, lo que supone un incremento de 72.850 en comparación con los que se decantaron por Canarias para su descanso entre enero y noviembre de 2017. En este capítulo merece mención especial el crecimiento del 20,2% anotado por Gran Canaria en el undécimo mes.

Durante los cinco años en que se batían récords prácticamente todos los meses, tanto los rectores públicos como los operadores privados aludían a la necesidad de virar el rumbo del negocio para orientarlo a la atracción de visitantes con más dinero en el bolsillo y algo se ha caminado en este sentido según revela la Encuesta de Gasto Turístico (Egatur), también conocida ayer.

Aunque fueron menos los visitantes extranjeros (-3,6%) y sus estancias se redujeron un 0,49% hasta situarse en 8,52 días, el desembolso que realizaron entre enero y noviembre (15.487,30 millones de euros) superó en un 1,59% al del mismo periodo de un año antes. Cada uno invirtió una media de 1.239 euros y esa suma superó en un 5,35% a la anotada el curso pasado.

La ecuación que cuadra con el objetivo de seducir turistas con mayor poder adquisitivo se tuerce cuando se observa de manera aislada el mes de noviembre, en el que los 1.492,41 millones de euros de gasto global se quedaron a un 1,24% de alcanzar la suma de un año antes.

Ahora bien, no hay motivo para la alarma. El ajuste se está realizando de manera lenta pero creciente, con lo que tanto en dicho mes como previsiblemente en los venideros, la pérdida de clientes se dejará sentir en esta variable. Sin embargo, el gasto medio que cada visitante realizó en el undécimo mes del año (1.260 euros) superó en un 3,38% al de noviembre de 2017, mientras que el de cada día de estancia (153 euros) es un 6,75% superior.

En toda España se recibieron 78,4 millones de turistas extranjeros en los once primeros meses de 2018, lo que supone un avance del 0,7% respecto a ese mismo periodo de 2017, con lo que habrá nuevo récord a final de año. El gasto realizado en ese tiempo alcanzó los 84.811 millones de euros, con un incremento del 2,8% respecto a los once primeros meses de un año antes.