El sector turístico canario ha renovado el 10,5% de las plazas alojativas que existían en el año 2013. Este miércoles arranca la Feria Internacional de Turismo de Madrid (Fitur) en la que, a diferencia de otros años, los empresarios del sector tendrán que sudar para convencer a los turoperadores de que contraten sus camas y no las que ofertan los destinos competidores. Ha llegado la hora de saber si la labor de modernización y rehabilitación que se ha desarrollado durante los años en que las vacas eran decididamente gordas ha sido suficiente.
En una respuesta parlamentaria, el Gobierno canario señaló que entre los años 2013 y 2018 los cabildos -instituciones que hacen llegar los datos al Ejecutivo- concedieron autorizaciones para la renovación de 44.260 plazas turísticas hoteleras y extrahoteleras. La cifra hay que tomarla con reservas, ya que no siempre la comunicación interinstitucional fluye a la velocidad deseada; podrían haberse renovado algunas más, pero con escaso impacto sobre el porcentaje.
Solo durante el año pasado la inversión en reformas de hoteles y apartamentos ascendió a 259,5 millones de euros en el Archipiélago, según los datos recogidos por Colliers International Spain. La suma supone el 49% del total Capex -inversión en activos fijos o para añadir valor a uno ya existente- desembolsado en las Islas. El 51% restante (270,22 millones de euros) se destinó a obra nueva, con la capital grancanaria como gran protagonista.
¿Bastará todo ello para conseguir situar no demasiado lejos el suelo de la segura caída? Los destinos competidores han regresado al mercado con la obligación de recuperar el tiempo perdido. Canarias no puede competir en precios con Egipto o Turquía, entre otros. Los costes laborales que afrontan los empresarios de esos países son netamente inferiores, lo que permite realizar ofertas encaminadas a seducir al mayor número posible de clientes.
Además, la planta alojativa de esos destinos es, en gran parte, mucho más moderna que la isleña. El sector turístico canario tenía por tanto la obligación de ponerse manos a la obra para modernizar y rehabilitar sus establecimientos y seguir convenciendo a los turistas.
Por tipo de alojamiento, han sido más los hoteles renovados que apartamentos. El número de plazas hoteleras remozadas entre 2013 y 2018 ascendió a 23.537. Tomando como referencia las existentes hace cinco años según el Istac (241.052), las obras alcanzaron al 9,7%. El protagonismo principal lo ostentó Tenerife, que renovó 11.054 plazas, seguido por Fuerteventura (7.144).
En el capítulo de apartamentos, los obreros devolvieron el lustre a 20.723 plazas, el 11,1% de las que había. Lanzarote encabezó esta labor, con 7.365 plazas renovadas y cerca se situó Gran Canaria (6.946). Además, se observa un trasvase de uno a otro segmento. Se han abordado varios proyectos para convertir en hotel antiguos complejos de apartamentos, lo que ha contribuido a ganar 13.986 plazas hoteleras.
