La Reserva para Inversiones en Canarias (RIC) retoma su potencial y vuelve a dotaciones similares a las que había antes de la crisis económica. La última cifra oficial de la Agencia Tributaria refleja que en 2016 las empresas dotaron 1.132 millones de euros, lo que supuso un 27,3% más que en el año anterior, que fue de 889,9 millones. El crecimiento experimentado por la economía de las Islas en los últimos años ha llevado a las empresas por la senda de los beneficios, un elemento clave para que la Reserva se nutra de fondos con la previsión de ser invertidos.
Esta cifra se acerca a la de 2007, que alcanzó los 1.326 millones de euros, ya que a partir de 2008 las cantidades fueron cayendo de forma ostensible durante ocho años. La mayor caída fue en 2011 con 543,3 millones de euros de dotaciones. Por contra el momento más álgido de la RIC fue en 2006, con un total de 2.302 millones, una cifra récord que, según los expertos, difícilmente volverá a repetirse porque ahora los inversores y empresarios se lo piensan más a la hora de dotar beneficios si no tienen claro el objetivo de la inversión.
El importe destinado a dotar la Reserva se incrementa en las dos provincias, aunque es Las Palmas la que tradicionalmente dispone de más fondos. En 2016 la provincia oriental aumentó las dotaciones casi un 40% (557,7 millones) frente a la de Santa Cruz de Tenerife, cuyo avance fue del 24,2% hasta los 413,5 millones.
El secretario general de la Confederación Canaria de Empresarios (CC), José Cristóbal García, indica que la confianza empresarial es la que realmente impulsa la Reserva ya que la mejora de la actividad económica y el incremento de los beneficios empresariales son esenciales para que este incentivo fiscal recobre la fuerza que tenía antes de la recesión. Sin embargo, García advierte que aún hay cierta "inseguridad jurídica" que hay que terminar de resolver y por eso la patronal de Las Palmas ha elaborado una serie de enmiendas que han presentado a los principales partidos políticos, para que se incluyan en la ley de presupuestos del Estado si finalmente pasa el debate de la totalidad en el Congreso.
Una de las principales cuestiones que quieren aclarar los empresarios se refiere a los efectos temporales en la nueva redacción de la RIC sobre la inversión en elementos patrimoniales usados, así como la permanencia y sustitución de elementos, con el fin de que se puedan considerar aquellas inversiones realizadas desde el 1 de enero de 2015, que fue cuando entró en vigor la actual Reserva validada por la Unión Europea.
Por su parte, Salvador Miranda, asesor fiscal y director de la cátedra del REF en la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria (ULPGC), cree que la RIC ha ganado en racionalidad, es decir, ya no hay tanta "alegría" como antes de la crisis a la hora de dotarla y ahora los empresarios e inversores se lo piensan más a la hora de invertir.
Miranda cuestiona no sólo la inseguridad jurídica que ha ocasionado las cuestiones que quedaron pendientes de la reforma de la ley del REF, sino también que el presupuesto del Estado de 2019 se haya olvidado de incluir las deducciones de inversiones como las producciones cinematográficas que eligen Canarias para rodar acogiéndose a las bonificaciones del Impuesto de Sociedades. "Si no hay incentivos no es rentable venir a Canarias, eso no se puede olvidar y genera una inseguridad tremenda a las sociedades", advierte el experto.
Uno de los principales sectores en los que se está materializando la RIC es en la rehabilitación hotelera. Miranda Calderín cree que la planta alojativa se está modernizando y con las clarificaciones que se han introducido en la ley ahora hay más opciones de dotar para renovar los establecimientos.
El también asesor fiscal Orlando Luján considera que el "atractivo" que pueda tener la RIC es el mismo que había antes de la crisis, lo que ha habido desde 2015 y en los últimos meses son "aclaraciones" que han mejorado el incentivo, aunque también se han introducido "restricciones" como la imposibilidad de invertir la Reserva en viviendas vacacionales. Luján precisa que el incremento de las dotaciones va más ligado a la mejora de los beneficios empresariales y por eso se está volviendo a los niveles anteriores a la recesión que empezó hace una década.
Orlando Luján sí avisa que ahora habría que estar pensando más en la próxima renovación de la RIC que en la actual, ya que en 2021 entrará en vigor el nuevo periodo financiero de la UE y, por lo tanto, antes de dos años hay que presentarle a Bruselas los incentivos fiscales de Canarias para que sean validados por la Comisión Europea. "Hay que trabajar en qué REF fiscal queremos para el próximo periodo 2021-2027", añade.
