Asprocan prevé que continúe la tendencia hacia un clima más tropical a lo largo de 2019, lo que tendría como consecuencia un aumento de la producción y por tanto, la necesidad de buscar nuevos mercados internacionales para dar salida a los excedentes.

En ese sentido, y al margen de pequeños contingentes que se han vendido el año pasado en Suiza y Alemania, la asociación va a seguir potenciando el mercado marroquí, que carece de producción en ciertas épocas del año.

"El objetivo en estos mercados es que contribuyan a dar una salida comercial a los volúmenes que el mercado nacional no puede absorber y que no son susceptibles de comercializarse en mercados europeos", destaca Asprocan, que inciden en que "el objetivo es trabajar en todas las líneas de acción posibles para estabilizar el mercado nacional y en conjunto dar viabilidad al máximo de producción de plátano que sea posible".

Desde el sector se recuerda la necesidad de ser "conscientes" de que el europeo es un mercado dominado tradicionalmente por los grandes operadores de banana y que presenta "ciertas dificultades" para el plátano canario tales como precio, volumen, estabilidad de envíos y baja tolerancia.

Esto implica que, en el caso del plátano de Canarias, solo son susceptibles de comercializarse pequeños volúmenes que resultan fruto de un proceso de selección entre las categorías superiores, aparte de que se requiere de una inversión en comunicación y diferenciación del producto en el punto de venta que justifique al consumidor el diferencial de precio.

Por todo ello, los socios de Asprocan han acordado una estrategia de internacionalización de Plátano de Canarias que comprende tanto acciones conjuntas como medidas de apoyo a las OPPs que decidan emprender proyectos de exportación a nuevos mercados.

Plátano más sostenible

Asprocan ha obtenido la renovación de la certificación de la huella de carbono para el Plátano de Canarias, que concede AENOR.

Este sello de calidad acredita la veracidad del cálculo de la Huella de Carbono del Plátano de Canarias, es decir, el conjunto de emisiones de Gases de Efecto Invernadero (GEI) que genera durante todo su ciclo de vida, desde su cultivo en finca, pasando por su empaquetado, distribución, maduración y consumo; y que en su caso son 196,16g CO2 por kilógramo de plátano para exportación a península.

El presidente de Asprocan, Domingo Martín Ortega, ha sido el encargado de recibir el sello de la mano de Manuel Romero, director de Marketing Sectorial de AENOR, y en su intervención quiso destacar que "partimos de una valoración muy reducida en el 2013 y aún así hemos logrado bajar los niveles a nuevos mínimos. Esto manifiesta nuestro compromiso con el medio ambiente y también con la información transparente al consumidor".

En el año 2013 Plátano de Canarias adquirió el compromiso público con sus consumidores de medir el conjunto de emisiones de todas y cada una de las etapas de "cuna a tumba" del producto. Si en el año 2013, los niveles de emisión eran muy reducidos (249 g de CO2 por cada kilogramo de plátano), en este 2018 la acreditación se ha reducido hasta los 195,16 g CO2/kg plátano.