Las diferencias que han presidido las relaciones entre las cofradías de pescadores de Canarias en los últimos años se van diluyendo. Se pudo observar ayer durante la visita que realizó a Gran Canaria el ministro de Agricultura, Pesca y Alimentación, Luis Planas. Unanimidad absoluta en el sector para defender ante el Gobierno central un reparto más justo de la cuota de atún rojo que corresponde a las Islas y para exigir diligencia a la hora de elevar la seguridad jurídica de los trabajadores canarios del mar.
A buena parte de las demandas de los pescadores las engullirá la convocatoria de elecciones generales hecha pública la pasada semana. Entre ellas la de homogeneizar las normas en las aguas interiores y exteriores de las Islas. Un error a la hora de colocar una nasa puede costar graves sanciones a los profesionales del mar.
Canarias controla solo el 5% de sus aguas circundantes -las interiores- y en ellas hay unas reglas diferentes a las de un poco más allá. Con el problema añadido de que son líneas imaginarias las que marcan la vigencia de una u otra normativa. "Es absurdo que el pescador deba adaptarse a unas u otras leyes", expuso ayer el presidente de la Federación Regional de Cofradías de Pescadores de Canarias, Fernando Gutiérrez.
El ministro Planas aseguró, tras reunirse con los pescadores de las Islas, la disposición de su ministerio. "Vamos a regular en las próximas semanas el caladero nacional", expuso sobre una iniciativa que cubre ahora el trámite preceptivo de contar con el dictamen del Consejo de Estado.
Los tiempos están muy justos. "A ver si no se para ahora con las elecciones", señaló el presidente de la Federación de Cofradías de Las Palmas, Gabriel Jiménez, que también apuntó que los pescadores del Archipiélago se están "jugando mucho". Menos optimista se mostró Fernando Gutiérrez, aunque resaltó la importancia de continuar trabajando para dejar el máximo trabajo hecho al Ejecutivo que pueda salir de las urnas el 28 de abril.
Lo que es seguro que no llegará a tiempo es el reparto entre los pescadores isleños de las 483,5 toneladas de atún rojo que corresponden este año a las Islas. Si bien esta cantidad no cubre las demandas históricas, todos los actores reconocieron la importancia del salto adelante -más del 70% de incremento- concretado para la campaña que se abre en dos semanas.
En la actualidad, el total de dicha cantidad se la reparten a partes iguales los 53 atuneros cañeros y las 197 embarcaciones que emplean artes menores. La pretensión de los pescadores es que se entre más en detalle y se tengan en cuenta factores como el tamaño de los barcos y el empleo que genera cada uno de ellos. "El ministerio no lo va a repartir", afirmó Planas, para quien deben ser los propios pescadores los que se "pongan de acuerdo". Si bien las antiguas asperezas se han limado, sí es cierto que todavía existen algunas diferencias.
"No existe el reparto perfecto", sostuvo el ministro sobre la imposibilidad de "contentar a todos". Sin embargo, a su juicio, sí existe la posibilidad de establecer un "buen reparto". A su lado, el consejero de Agricultura, Ganadería, Pesca y Aguas del Gobierno de Canarias, Narvay Quintero, reconoció el avance en el global de la cuota reservada a Canarias, pero recordó que las Islas demandan "un estatus superior". Los números que maneja su departamento sitúan en el 10% del total para España la cantidad a la que pueden aspirar las Islas.
Se incrementaría el volumen de manera notable en el momento en que Madrid diera a la flota canaria la condición de clásica, definición que reconoce la presencia en la pesca del atún. En esa batalla, justa porque desde hace más de 50 años se trabaja esa pesquería, vuelven a coincidir las posturas que hasta el momento aparecían totalmente enfrentadas en el sector pesquero canario.
