Buscar nuevas rutas y ampliar la conectividad aérea son prioridades en la planificación turística de los próximos años. Después de cinco años desde que se inició el fondo de desarrollo de vuelos, ahora se pretende conseguir la plena expansión de este programa para consolidar y llegar a nuevos destinos tanto en Europa como en el resto del mundo. La crisis y el cierre de varias compañías aéreas en el último año y medio preocupa en el Gobierno regional y en los cabildos y por eso se va a incentivar la puesta en marcha de otras conexiones que eviten una mayor caída de turistas procedentes de los dos principales mercados emisores, es decir, Reino Unido y Alemania.

La Consejería de Turismo presentó ayer el avance del Plan de Canarias para el Turismo 2025, con el que se pretende definir la hoja de ruta del sector de los próximos 20 años. Se plantean diez grandes acciones y es la conectividad la prioritaria junto a la formación, tanto bilingüe como dual, al ser la generación de demanda un elemento fundamental para evitar la pérdida de mercados frente a los destinos competidores.

Desde la aprobación del fondo de desarrollo de vuelos en 2014 se han abierto unas 23 rutas y existen conexiones que se han ofertado en 2017 y 2018 que siguen abiertas para conectar las Islas con destinos en Austria, Eslovaquia, Estados Unidos, Francia, Italia, Portugal, Rumania o Suiza.

Junto a la formación en idiomas y a la búsqueda de nuevas conexiones aéreas también figuran entre las acciones prioritarias la ordenación de la vivienda vacacional con la creación de una oficina técnica de asesoramiento a los municipios y a los cabildos. Asimismo, para agilizar los trámites administrativos que dinamicen nuevos proyectos de interés autonómico -figura incluida en la Ley del Suelo- también se pretende crear una oficina jurídico-técnica en coordinación con la Consejería de Política Territorial. En la misma línea también se quiere desarrollar un nuevo sistema digital que conecte a las distintas administraciones públicas canarias para agilizar la gestión de las licencias turísticas.

La lucha contra el cambio climático y el objetivo del plástico cero son otras dos acciones incluidas en este plan, junto a la consecución de una alianza entre el sector público y el privado para compartir datos y la inclusión de los mismos en los contratos públicos. También se quiere profundizar en la coordinación con cabildos y municipios para actualizar las prioridades en las infraestructuras turísticas con una mesa técnica.

El avance del plan turístico fue presentado por el consejero Isaac Castellano y el viceconsejero Cristóbal de la Rosa. Los agentes del sector tendrán''a su disposición el documento desde hoy para continuar ampliándolo con nuevas propuestas, si bien en la elaboración de este avance han participado 300 representantes de 1.500 actores del turismo de las Islas. También habrá un encuentro con los miembros del Consejo Canario de Turismo y una web específica.

Una de las cuestiones que se han puesto de relevancia a raíz del estudio que se ha realizado es el perfil del turista que visitará las Islas en las próximas décadas. El perfil es el de una persona concienciada ambiental, cultural y socialmente y que, asimismo, estará "digitalizada". "El nuevo turista va a tener conciencia de su impacto ambiental y social, probablemente como efecto colateral de lo que ocurrió en los últimos años con el pico turístico en Baleares y Cataluña", expresó el viceconsejero De la Rosa.

El director ejecutivo de la empresa turística InAtlas, Luis Falcón, una de las sociedades que han participado en la elaboración del plan, coincidió con los miembros del Gobierno en destacar que el nuevo turista, especialmente el europeo, es "cada vez más viajero, hiperconectado e informado" y más preocupado por acumular experiencia que por comprar objetos materiales. Asimismo, destacó la importancia de la tecnología y las nuevas dinámicas sociales que implicará que al nuevo turista no le importe compartir servicios con desconocidos, como el del alquiler de coches eléctricos, si eso implica una mayor sostenibilidad ambiental.

El plan tiene en cuenta los retos de carácter global que afectan directamente al sector turístico como el cambio climático, la inestabilidad geopolítica, el aumento de la clase media, una nueva revolución industrial basada en la tecnología verde y en la digitalización y la aceleración de las comunicaciones, los medios de transporte y las redes sociales.