Fernando Gutiérrez dejará de ser el presidente de la Federación de Cofradías de Pescadores de Canarias. El herreño ha anunciado su dimisión, provocada por las discrepancias originadas, un año más, por la distribución de la cuota de atún rojo entre los profesionales del Archipiélago. "En lugar de servir para crear conciencia y solidaridad, se ha convertido en una pelea de caimanes", lamentó ayer.

La cantidad asignada a los pescadores canarios en la campaña del atún rojo de este año ha experimentado un sensible incremento en relación a la de 2018, al pasar de 255 a 438,5 toneladas, según la propuesta trasladada por el Ministerio. Sin embargo, las diferencias entre las distintas cofradías persisten, tal y como ocurrió el año pasado. Entonces fue la modalidad elegida -la pesca olímpica, que no atribuye cuotas por zona o barco, sino que implica que se puede pescar hasta completar el cupo total- la que motivó el rechazo de algunos profesionales.

En esta ocasión, y sin querer concretar en qué han consistido las discrepancias, Gutiérrez sostiene que "hay pescadores que se creen los dueños del atún", afirmó luego a este periódico.

Al todavía presidente de la Federación de Cofradías de Canarias -ha adelantado su dimisión "irrevocable" pero no la ha formalizado aún- le parece "increíble" que estas disputas se mantengan cuando la cuota total del Archipiélago se ha multiplicado por 18 desde 2013, cuando era de apenas 24 toneladas.

Pese al incremento del cupo autorizado por el Ministerio, Fernando Gutiérrez se muestra muy crítico con la Secretaría General de Pesca. "Lo que hace con Canarias es una vergüenza", aseguró. La falta de definición sobre las condiciones en que se desarrollará la campaña ha provocado que todavía esta no haya empezado, pese a que los barcos deberían estar faenando desde el 1 de marzo.

El aún presidente de la Federación tiene también palabras contra la forma en que el Parlamento regional ha modificado la Ley de Pesca de Canarias para incluir la pesca-turismo. A su juicio, los diputados "no conocen la realidad del sector". Como ejemplo, citó las condiciones que la norma impone a las embarcaciones pesqueras para poder llevar turistas. "Yo no puedo reformar mi barco para recreo", señaló.