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Canarias se sitúa como la comunidad de España que menos retiene el talento

El informe del IVIE y Cotec señala, sin embargo, la alta capacidad de las Islas para atraer conocimiento | El tamaño de las empresas es un hándicap para el despegue

Canarias es la comunidad autónoma española menos competitiva a la hora de retener el talento. Esa es la conclusión de un estudio elaborado por el Instituto Valenciano de Investigaciones Económicas (IVIE) y la Fundación Cotec para la Innovación, y que incluye la educación formal (reglada), la capacidad de mantener en el ámbito de las Islas a quienes muestran una mayor capacidad para innovar y la escasez de recursos humanos con acentuadas aptitudes técnicas como grandes lastres.

El documento, presentado recientemente, pone el acento sobre una de las asignaturas pendientes del Archipiélago. "Sin discutir el informe", el jefe del Área de I+D+i de la Aciisi (Agencia Canaria de Investigación, Innovación y Sociedad de la Información), Antonio López, matiza que el resultado se concreta en un índice que componen "68 variables variopintas" que van desde la "corrupción hasta la relación de la población local con la inmigración", por ejemplo.

El mapa del talento en España, que así se llama el trabajo elaborado por el IVIE y la Fundación Cotec, utiliza un índice de competitividad construido a partir de 52 indicadores que fue desarrollado por el Instituto Europeo de Administración de Empresas (Insead), una escuela de negocios con sede en París.

Los resultados se reparten entre seis pilares. En cinco de ellos, el Archipiélago aparece entre los peores en el ranking regional. Sin embargo, se coloca en el cuarto puesto, solo superado por Madrid, Cataluña y Baleares, cuando se trata de valorar su capacidad para atraer talento de otros territorios. Este pilar se divide en dos: apertura externa y apertura interna. "La primera incluye aspectos como la capacidad de atraer capital extranjero, tanto desde el punto de vista del capital humano como del capital físico, y la participación en el accionariado de las empresas", detalla el informe.

De la apertura interna, destaca "la aceptación con las minorías y los inmigrantes, o la figura de la mujer en el mercado de trabajo; considera la brecha salarial y las oportunidades de liderazgo, tanto en el sector público como en el privado". A juicio de Antonio López, "resulta chocante" que estas cuestiones sociolaborales se utilicen para sacar conclusiones en el ámbito del conocimiento.

Según el resultado que arroja el informe de IVIE y la Fundación Cotec, las Islas tendrían una alta capacidad de seducción para conseguir que el talento fije en ellas sus ojos, pero muy poca capacidad para conseguir que se mantenga en ellas.

Pasan ya diez años desde que el entonces presidente de Canarias, Paulino Rivero, puso en marcha un plan para el aprovechamiento del conocimiento que se gesta en las universidades de las Islas.

Según el esquema que pergeñó, esa incorporación del saber al sistema productivo debería generar un caldo de cultivo que propiciara el incremento de la demanda de mano de obra especializada y, en general, el aumento de la riqueza en Canarias. Se resumió aquel viaje hacia un futuro más próspero como la construcción de una sociedad del conocimiento.

El actual Gobierno regional de Fernando Clavijo ha insistido, con algunos matices, en la idea. Sobre todo porque crear oportunidades laborales lejos de los sectores que tienen mayor presencia en su economía -hostelería y comercio- y generar en cambio tejido industrial innovador y de marcado perfil tecnológico es el camino para sacar de la cola al Archipiélago cuando toca analizar los salarios medios que perciben los ciudadanos españoles.

En opinión del jefe de Área de I+D+i de la Aciisi, "sí se avanza" en la consecución de ese objetivo. Sostiene la afirmación en las estadísticas que reflejan el esfuerzo que se realiza desde el ámbito público para generar un ecosistema que tenga en su centro al conocimiento.

Si durante la última crisis los gobiernos tuvieron que hacer equilibrios para mantener los servicios esenciales -educación, sanidad y políticas sociales- y la I+D+i quedó relegada prácticamente al olvido, la tónica ha cambiado en los últimos años.

En 2016 la suma de la inversión pública y privada supuso el 0,47% del producto interior bruto del Archipiélago. El último ejercicio computado hasta la fecha es el de 2017, en el que la referida tasa aumentó en dos centésimas. "No hemos parado de crecer", señala Antonio López, que aclara que ese avance que puede parecer mínimo se traduce "en millones en inversión".

Ahora bien, Canarias presenta una particularidad que dificulta el despegue. Mientras en toda España el sector privado hace la mayor aportación a la I+D+i, en el Archipiélago el protagonismo corresponde al sector público.

"Esa tendencia hay que cambiarla", expone López, que reconoce que no será sencillo lograrlo, porque existen importantes hándicaps en el camino. Entre ellos, el escaso tamaño de las empresas canarias. La inmensa mayoría del tejido productivo está compuesto por micropymes y entre las que no lo son también priman aquellas que no alcanzan el tamaño suficiente como para contemplar un departamento de investigación, innovación y desarrollo.

Además, el sector servicios gana al resto cuando se miden las aportaciones que cada uno realiza al PIB de las Islas. "En las sociedades con mayor presencia de la industria, la I+D+i está más desarrollada", señala el jefe de área de la Aciisi. No obstante, afirma que no por ello debe relajarse el esfuerzo, ya que el premio de generar empleo de calidad es grande.

Además, Hannan Carmeli, CEO y fundador de The Dock Innovation, un programa de aceleración y de microinversión israelí, señaló en una reciente visita a Canarias que el mejor modo de comenzar a materializar proyectos es hacerlo precisamente en los ámbitos que mejor dominan las Islas, tales como el turismo y el marino-marítimo.

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