La nueva modalidad de pesca por cuotas del atún rojo en Canarias eleva el precio del kilo del túnido y alarga la duración de la campaña. La Secretaría General de Pesca puso este año punto y final a la pesquería olímpica, aquella en la que las embarcaciones salen a faenar sin una asignación previa, para dar paso a un plan que tiene en cuenta el censo al que pertenece cada buque y su tamaño estableciendo las cantidades límites por esloras. El resultado de este nuevo método es más que evidente. El escalonamiento de las capturas ha propiciado una subida del valor del filete limpio del atún rojo en las pescaderías y la zafra, que en años anteriores apenas duraba unos días en el Archipiélago, va camino de convertirse en la más larga desde que la Comisión Internacional para la Conservación del Atún Atlántico (Iccat en sus siglas en inglés) estableció en 2006 un programa de recuperación de la especie.

El día 15 de este mes arrancó, con quince jornadas de retraso, la campaña del atún rojo en Canarias. Lo hizo en medio de la polémica que divide al sector pesquero. La mayoría está de acuerdo con el reparto de las 438,5 toneladas que este año corresponden al Archipiélago de las 5.559 que tiene asignadas España, pero una parte discrepa en los criterios escogidos para realizar dicha distribución. Con la nueva modalidad de capturas, la Secretaría General pretende evitar la pesca olímpica que el año pasado trajo consigo ventas a bajo precio "por concentración de oferta y sobrepasamientos". "Dicha experiencia debe ser evitada en favor del interés general de la pesquería de atún rojo en Canarias", indica el organismo en la resolución que establece las características de esta campaña.

La pescadería de Adrián Santana, situada en el Mercado de Vegueta, tuvo a la venta la semana pasada un atún rojo de 297 kilos. Santana indicó que el precio del filete limpio alcanzó los 29,9 euros, "algo más que otros años". La explicación, simple: la cadencia de las capturas. "El año pasado vino todo golpe y ahora muy escalonado", apunta, por lo que al existir "bastante demanda y querer todos lo mismo el precio se puede disparar".

Hasta el 6 de junio

En campañas pasadas, la exigua cuota que tenía asignada Canarias, junto con la modalidad de pesca olímpica, provocaba que el cupo se agotara, incluso, en uno o dos días. En esta ocasión, la zafra finalizará el 6 de junio, por lo que los atuneros, con una cantidad previa asignada, pueden gestionar los tiempos de pesca sin miedo a quedarse con las manos vacías. Eso sí, la pesquería permanecerá cerrada durante los fines de semana y los festivos de ámbito nacional. No obstante, cuando se haya alcanzado el 80% del límite asignado a cada buque o grupo de embarcaciones en función de los mecanismos de control que se establezcan, Madrid podrá cerrar de manera precautoria la campaña para comprobar que no se ha excedido la cuota.

Desde que hace dos semanas se iniciara la campaña, el sector pesquero solo ha consumido en torno a un 20% de su cuota. Los datos de primera venta de los puertos canarios entre los días 15 y 28 arrojan que en Canarias se han capturado ya 83,2 toneladas de atún rojo, un 18,97% del total que tiene asignado. Aunque los datos todavía no son definitivos, da cuenta de la ralentización de la pesquería con respecto a otras campañas.

El reparto del 90% de la cuota canaria, 394,65 toneladas, se distribuyó entre los segmentos de atuneros cañeros y artes menores con un 60% (236,79 toneladas) y un 40% (157,86 toneladas), respectivamente, en función de la eslora. El 10% de cuota restante, 43,85 toneladas, se repartió de manera lineal entre los buques menores de 12 metros de eslora. En total, 250 embarcaciones cuentan con una parte del cupo para esta zafra.

El Estado no tuvo en cuenta en los criterios de repartos el número de tripulantes de cada barco, algo que exigía la mayoría del sector, "por la escasa consistencia y dispersión de los mismos". Una circunstancia que podría generar, a su juicio, "grandes distorsiones en la asignación de límites de capturas". Vicente Rivero, presidente de una de las dos organizaciones de productores de la pesca (OPP) del Archipiélago, Islatuna, representa el descontento del sector con la distribución. Rivero, que culpa al Gobierno canario del reparto realizado, reclama que, además de la eslora, también se tenga en cuenta los datos de empleo, la dependencia a la pesquería del atún rojo y las capturas históricas de cada buque.

Rivero asegura que al menos 100 toneladas del cupo se quedarán sin capturar porque en el censo de barcos autorizados hay 113 embarcaciones que "jamás han cogido un atún rojo". Eso, indica, si los buques no recurren a la pesca conjunta de cupos. Bajo su punto de vista, esta opción "es una trampa" porque propicia "una venta encubierta de las cuotas". Y es que otra de las novedades de este año es que la Secretaría General de Pesca permite en esta campaña la gestión conjunta del límite de capturas correspondientes a varias embarcaciones, siempre que sus armadores hayan manifestado por escrito, antes del inicio de la campaña, su interés en gestionar conjuntamente sus posibilidades de pesca. Una opción que parte del sector reclamaba desde hace tiempo

Aunque la región cuenta con 438,5 toneladas para esta campaña, puede superar las 480 toneladas si finalmente llegan al Archipiélago 50 toneladas más de un remanente de 80 que liberó la Comisión Europea para Canarias, Madeira, Azores e Islas Jónicas. A pesar de que las Islas tienen este año 183 toneladas más que el pasado año, el sector atunero reclama llegar, al menos, a las 900 toneladas.

De la recuperación a la gestión

El Iccat determinó un sistema de cuotas por países en la pesquería del atún rojo para poner freno a las capturas ante la esquilmación de la especie. Con el nuevo plan de recuperación, Canarias no hizo una buena defensa de sus intereses y se quedó con un raquítico 1% del cupo nacional. Desde entonces, el sector pesquero y el Ejecutivo regional han elevado la voz para reclamar una mayor parte del pastel en base a criterios históricos, ambientales y socioeconómicos contemplados en la normativa comunitaria.

Sus reclamaciones, sin embargo, caían en saco roto un ejercicio tras otro y la cuota del Archipiélago apenas aumentaba unas toneladas. Tal es así que, por ejemplo, en 2011 y 2012 los atuneros canarios tenían que disputarse 29 toneladas, una cantidad que se elevó a las 58 un año después. En 2015, el Estado concedió 100,15 toneladas al Archipiélago y superó por vez primera las 200 toneladas (255) en 2018.

Ante la mejora del nivel de stock del atún rojo, el Iccat aprobó en el último tramo del año pasado un plan de gestión que permitió elevar considerablemente la cuota de este año para España y, por ende, para Canarias. Aun así, los pescadores isleños, que llegaron a capturar hasta 1.548 toneladas en 1979, reclaman una mayor mordida.

La recuperación de la especie se aprecia también en las dimensiones de las piezas. Los atuneros apuntan a que el peso medio de cada atún es mayor, pues, a diferencia del año pasado, buena parte supera los 300 kilos. Algunos, incluso, llegan a rozar los 450 kilos.