Cuando alguien siente pasión por su trabajo, se nota. Ese es el caso de Carlos de las Heras, director territorial de Correos en Canarias. Desde hace 44 años desarrolla su carrera en la compañía y nunca se llegó a plantear otro futuro laboral. Y es que de casta le viene al galgo. Sus abuelos, sus padres y sus tíos también fueron empleados de la empresa y supieron transmitirle el entusiasmo por la profesión. "Mi padre era telegrafista y de pequeño me llevaba a su puesto, todo aquello me parecía un mundo fascinante y, después de tantos años, todavía no he perdido la ilusión", rememora De las Heras.
La implantación del telégrafo, del teléfono, del fax o del correo electrónico han sido algunas de las amenazas a las que se ha enfrentado la compañía a lo largo de su historia. De las Heras ha vivido muy de cerca la evolución de la compañía durante muchos años. "Desde que era pequeño parecía que Correos nunca tenía futuro, siempre parecía que se iba a acabar", recuerda, sin embargo, "siempre va por delante y se adapta a los nuevos tiempos, por eso estoy seguro de que tiene otros 300 años más de vida".
Este madrileño siempre sintió una atracción especial por el Archipiélago, así que no dudó en pedir que lo destinaran a las Islas, le daba igual a dónde. En 1998 consiguió una plaza en Lanzarote, donde permaneció durante ochos años. Después le ofrecieron la dirección de la provincia de Santa Cruz de Tenerife y desde 2013 ocupa su actual cargo. "Para mi lo mejor de esta empresa es que es generadora de empleo de calidad, es un orgullo pertenecer a una empresa que cuida tanto los derechos de los trabajadores", reconoce el director territorial.
"Correos es una empresa muy grande, con profesionales muy responsables y con mucho sentido del servicio público", explica De las Heras, quien reconoce sentirse muy orgulloso de la labor que despeña porque "considero que lo que estamos haciendo es bueno para la ciudadanía", concluye.
