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Fuerte caída del empleo en Gran Canaria mientras crece en Tenerife al inicio de año

El mercado laboral grancanario pierde 19.700 puestos de trabajo y el tinerfeño gana 3.910 l La caída de la actividad turística ya se deja sentir en el Archipiélago

Inicio de año netamente desfavorable para el empleo tanto en Canarias, donde se destruyeron 20.900 puestos de trabajo, como en el conjunto del país, que vio cómo se volatilizaban 93.500. Además, con un comportamiento asimétrico entre las dos provincias, con Las Palmas en la parte negativa. Gran Canaria, que perdió 19.700 oportunidades laborales entre enero y marzo fue la isla más perjudicada, mientras que Tenerife que sumó 3.910 empleos mostró la cara opuesta.

Fue el peor primer trimestre en el Archipiélago desde 2009, según la Encuesta de Población Activa (EPA) publicada ayer por el Instituto Nacional de Estadística (INE). Además, es la primera caída de la ocupación desde el segundo trimestre de 2017.

Hasta los diferentes agentes sociales parecieron desconcertados por el golpe, mientras la clase política repartía lecturas en clave electoral. Hubo explicaciones para todos los gustos, desde la entrada en vigor del incremento del salario mínimo interprofesional, hasta la ausencia de los fondos del Plan Integral de Empleo de Canarias (PIEC) por la mala relación entre los gobiernos canario y central. Entre ellas, la más plausible fue la del traslado al mercado laboral de los problemas que ya aquejan al negocio turístico.

Golpe a la hostelería

La caída de visitantes permitía avanzar que las nubes grises pronto se instalarían sobre el empleo en las Islas. Todo el personal de refuerzo que se contrata para atender los grandes volúmenes de ocupación estaba altamente expuesto. El Observatorio de Empleo de Canarias (Obecan) cifró en 18.370 los empleos destruidos en el ámbito de la hostelería.

Lo explicó con claridad el presidente de la Cámara de Comercio de Santa Cruz de Tenerife, Santiago Sesé, quien afirmó que el devenir de la economía canaria dependerá del turismo, sector que es necesario "cuidar muy mucho", informa Efe.

Volvamos entonces al diferente comportamiento entre Gran Canaria y Tenerife. ¿Por qué la primera de ellas tenía al terminar marzo 9.390 parados más y la segunda 2.540 menos? Sobre todo cuando el mercado laboral grancanario se destensó al perder 10.310 personas en situación activa -trabajando o pretendiendo hacerlo- y el tinerfeño sumó a dicho grupo 1.370 ciudadanos.

Contextualizando esos datos dentro del batacazo que sufrió el empleo turístico, cabe colegir que una planta alojativa se muestra más resistente que la otra a la pérdida de clientes. En consecuencia, la tasa de desempleo de Gran Canaria ascendió hasta el 23,65% y la de Tenerife bajó al 18,58%. Contrastan los más de cinco puntos de diferencia con los menos de dos (1,85) que había hace un año.

En todo el Archipiélago, 9.500 ciudadanos se fueron al paro; 49.900 en el conjunto del Estado. La consejera de Empleo del Gobierno de Canarias, Cristina Valido, califico de "ligero" el incremento del desempleo y responsabilizó en parte a la tardía Semana Santa, que al caer fuera del primer trimestre no contribuyó con el tradicional repunte de la contratación en esas fechas.

Añadió a este factor, la desaparición de las bonificaciones a la contratación adoptada por el PSOE y expuso que resulta "muy preocupante" que el PIEC -42 millones de euros- no esté garantizado por escrito. La pasada semana, el delegado del Gobierno central en las Islas, Juan Salvador León, aseguró lo contrario. La tasa de paro isleña volvió a colocarse por encima de la barrera psicológica del 20% (21,03%). La de los menores de 25 años creció casi ocho puntos para situarse en un hiriente 45,09%.

No cupo en esta ocasión responsabilizar a un incremento de la población activa, porque en el Archipiélago son ahora 11.400 menos las personas que se declaran en disposición de trabajar.

"El primer ajuste del mercado laboral coincide en el tiempo con la entrada en vigor de medidas en el ámbito laboral como el incremento del salario mínimo interprofesional, que repercute directamente en un incremento en los costes de contratación", señaló por su parte la Confederación Canaria de Empresarios (CCE). Puso el acento de ese modo en una de las medidas del Gobierno de Pedro Sánchez que más contestación ha encontrado en la patronal.

Por su parte, el sindicato CCOO lamentó la oportunidad perdida de haber colocado en lugar protagonista al desempleo en la campaña electoral. "Ha sido un elemento de desgaste al oponente y se ha utilizado para descalificar, sin poner encima de la mesa una sola alternativa", explicó Lola Sevilla, secretaria de Empleo de la organización sindical.

Turismo aparte, la CCE detalló que las ramas Administración Pública y Defensa, Seguridad Social obligatoria, educación y actividades sanitarias y servicios sociales, de un lado, y Actividades profesionales, científicas y técnicas, actividades administrativas y servicios auxiliares, por el otro, también perdieron empleo; 8.500 y 7.300 puestos, respectivamente.

La sangría se produjo en el colectivo de asalariados, con 37.600 de ellos padeciendo la destrucción de empleo. Por el contrario, los autónomos se incrementaron en 16.700. Dentro de los primeros, fueron los temporales los que con mayor intensidad sufrieron la caída (-29.100), aunque tampoco salieron indemnes los indefinidos (-5.820).

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