El camino para obtener un producto de tabaco calentado con las características necesarias de reducción del riesgo y atractivo para el fumador ha sido largo. "Ha sido un viaje bastante accidentado, pero cuanto más difícil es el reto mayor es el éxito", señaló Luca Rossi, director de Investigación de Producto de Philip Morris.

IQOS, cuya última versión es el IQOS 3, constituye la primera de las cuatro plataformas -así las denomina la compañía- con las que la Philip Morris ofrece alternativas de riesgo reducido frente al cigarrillo convencional. Sus antecedentes estuvieron en el mercado entre 1998 y 2006, sin que en este periodo obtuvieran "una aceptación total por parte del consumidor". Se trataba de aparatos grandes, pesados y con un dispositivo de calentamiento externo que los dotaba de escasa eficiencia energética.

Todo ello ha cambiado con IQOS, en el que se empezó a trabajar en 2003. Más pequeño y ligero, el producto estrella de esta gama de la tabacalera permite, destacó Rossi, una experiencia sensitiva "consistente", clave para que los fumadores que no quieren dejar de serlo dejen de lado el cigarrillo y opten por esta alternativa con la que se busca aminorar el daño.