¿Cómo surgió la idea de formar la Asociación para la Transición Energética?

Un grupo de amigos tenía la idea de crear la organización sobre la mesa y querían que fuera de ámbito nacional, así que contactaron con personas de diferentes regiones interesadas en este tema, entre las que me encontraba yo. En la reunión fundacional planteé las singularidades de la situación energética en Canarias. Todos los miembros conocemos el mundo de la energía en sus diversas facetas, pero ninguno es un gran experto. Simplemente, somos ciudadanos conscientes de la situación del cambio climático y de sus consecuencias, así que consideramos que este era un buen momento para dar un paso adelante y empezar a actuar.

¿Cuál es el objetivo de la Asociación?

Hablar de la transición energética y debatir sobre ella. Además, queremos propiciar, poco a poco, el paso de las musas al teatro, es decir, pasar de las ideas a las acciones reales. Buscamos fomentar ese lema ecologista de pensar globalmente y actuar localmente. Después del Acuerdo de París, de diversas declaraciones internacionales y de la celebración de muchos días mundiales, hay que pasar a la acción. Las empresas y los municipios deben plantearse tener una estrategia para mejorar la eficiencia energética o reducir la huella de carbono, implementando medidas efectivas.

¿Cómo valora las jornadas de La transición energética en el marco europeo y español , que fueron el estreno de la Asociación?

La respuesta de los ponentes y del público ha sido muy buena. Entre las conclusiones que obtuvimos está que hay que poner en marcha pequeñas medidas efectivas donde se tengan las cosas claras y hacer los estudios en aquello sitios donde no tengan definido lo que hacer. Cada institución, empresa o persona puede ir dando pasos hacia la transición energética. Lo primero es pensar en medidas de ahorro energético. Además, hay que ser prudente en los pasos que se van dando para no producir, por ejemplo, la ausencia de una energía de respaldo, que sería un problema grave y, a la vez, es una de las excusas de las compañías eléctricas para no fomentar en demasía el desarrollo de las renovables.

¿Por qué eligieron Canarias para llevar a cabo la primera acción?

Lo propuse yo porque la situación energética en el Archipiélago es delicada. Por ejemplo, se habla poco de la polémica del gas y creo que este tipo de decisiones tan importantes se deben tomar desde las instituciones pertinentes, pero tras un debate ciudadano profundo que, en este caso, no se ha dado. El estancamiento desde hace años del proyecto de Chira-Soria, la apuesta por los parques marinos o la situación de monopolio energético que tenemos en las Islas son algunos de los temas a debatir en el Archipiélago.

¿Quiénes forman la Asociación?

La mayoría de los miembros somos titulados superiores del ámbito técnico con una situación de jubilación o semiretiro, además de algunos jóvenes, que nos aportan un mayor grado de dinamismo. Lo que nos une es que estamos interesados en aportar nuestro granito de arena para frenar el cambio climático.

¿Qué mecanismos utilizarán para llegar a la sociedad?

Nos interesa celebrar jornadas en puntos neurálgicos, que tengan alguna peculiaridad con respecto al resto del país. Además, hemos creado un blog muy serio y muy bien montado, con entradas basadas en hechos al que le estamos dando contenido de excelencia.

¿Cuáles son los siguientes pasos que darán desde la organización?

Nos gustaría llevar a cabo unas jornadas en Asturias, aunque todavía son solo una idea. En esa región son muy dependientes del carbón, por lo que su situación es muy peculiar. Además, se lleva mucho tiempo hablando del fin del sector de la minería. Y, por otro lado, es la comunidad autónoma más envejecida y más dependiente de las pensiones públicas.

¿Desde la Asociación harán acciones dirigidas a las instituciones?

De momento hemos presentado alegaciones a un plan nacional y estamos muy pendientes de todos los proyectos de ley que se van publicando. Queremos estar muy atentos a las modificaciones normativas, a nivel nacional y autonómico, para dar nuestra opinión, siempre basada en los datos. Y, aunque no sea algo inminente, nos planteamos vigilar los incumplimientos de los compromisos adquiridos por parte de las instituciones en materia energética.

¿Cómo pueden participar las familias en la transición energética?

En primer lugar, el ahorro de energía es fundamental. Se puede colaborar con el simple gesto de apagar las luces o los electrodomésticos que no se estén utilizando. También es importante que cuando llega la hora de renovar los electrodomésticos optemos por los que son energéticamente más eficientes. Por otro lado, también se pueden modificar los hábitos de movilidad y fomentar el uso de la bicicleta o del transporte público.