La alta volatilidad registrada por los mercados el pasado año, especialmente en su parte final, redujo en 70 millones de euros el capital que los canarios tienen colocado en fondos de inversión. Esa caída, que en términos relativos es del 1,52%, estrechó la relación entre la suma que se destina a estos vehículos y la depositada en los bancos. Por cada euro invertido en fondos, hay 5,8 en depósitos.
Las caídas registradas en las bolsas desde que, principalmente, la guerra comercial entre Estados Unidos y China ganó en intensidad dialéctica espantaron a no pocos inversores. Del resto de la reducción de la suma se encargaron las pérdidas.
Al terminar el año pasado, en el Archipiélago había 26.392 millones de euros en depósitos bancarios, mientras que los fondos de inversión acumulaban 4.520 millones, el 17,1% de la que dormía en entidades financieras. En 2017 la proporción entre ambos parámetros fue del 18,4%, según el estudio elaborado por el Observatorio Inverco. El conservadurismo isleño queda patente a la luz de los datos registrados en el conjunto de España, con la ratio fondos/depósitos en el 22,1%, cinco puntos más que la media canaria.
Más claramente se comprueba atendiendo al porcentaje del producto interior bruto (PIB) del Archipiélago que cubre la suma destinada por los ciudadanos de las Islas a fondos de inversión. Los 4.520 millones de euros son tan solo el 9,8% del PIB, medio punto inferior a la cantidad registrada en el ejercicio anterior. El valor que se anota el conjunto del país es del 21,3%.
La gran diferencia pone de manifiesto la escasa capacidad ahorradora que tienen los canarios. No obstante, hablamos de la comunidad autónoma que cerró 2018 con la tercera mayor tasa de paro de toda España. A ello se une el gran volumen de empleo generado al calor de la actividad turística, en la mayor parte de los casos poco exigente con la cualificación y, por consiguiente, con remuneraciones que no permiten destinar una cantidad al final de cada mes al ahorro.
La renta anual media en el Archipiélago se situó durante el pasado ejercicio en los 22.450 euros, la cuarta más baja de todo el país y lejos de los 26.730 euros de media que alcanzó el Estado.
Más lejos queda aún esa comparación con el total del PIB si se toman los valores a los que llegan países como Francia, Alemania o Reino Unido, en todos los casos rondando el 50%. Esta brecha llevó a José Luis Manrique, director de Estudios del Observatorio Inverco a afirmar que, si bien los fondos de inversión han experimentado un notable crecimiento en España durante los últimos años, "siguen teniendo recorrido como instrumento canalizador de recursos a la financiación de la economía española".
Su afirmación cobra más fuerza al observar que en esos tres países mencionados "la inversión institucional aporta las tres cuartas partes de la inversión total en fondos, mientras que en España apenas alcanza el 20%". Es decir, los grandes inversores que operan en España, tampoco apuestan por estos vehículos con la intensidad con que lo hacen sus colegas del entorno europeo.
En cuando a la distribución del patrimonio por la naturaleza del producto, los canarios son los que en menor medida apuestan por la renta variable. Busca la mayor rentabilidad posible y, por tanto, se expone al riesgo más intenso el 9,1% del patrimonio. En el global de España, ese valor se eleva hasta el 14,8%.
Por contra, a la renta fija dedican el 26,2%, en ese caso sí, en línea con la medida estatal (26%). La superan cuando se trata de fondos garantizados -total o parcialmente-, en los que reside el 15,6% del patrimonio isleño reservado a fondos de inversión (el 12,5% en todo el país).
El grueso (49%) del ahorro canario invertido en fondos reside en fondos mixtos globales y de retorno absoluto, capaces de minimizar la volatilidad financiera.
