Los carteles de las rebajas invaden ya los escaparates de las zonas comerciales a pesar de que el periodo tradicional para estos descuentos empieza el próximo lunes. El comercio prevé en Canarias un ligero aumento de las ventas -entre el 3 y el 4%- en la campaña de verano que algunos consideran "desvirtuada", ya que entienden que los consumidores cada vez las encuentran menos atractivas. A nivel nacional el crecimiento de las ventas con respecto al mismo periodo del año anterior es algo superior que el del Archipiélago y se sitúa sobre el 5%.

Las previsiones de los comercios son positivas para la temporada estival de rebajas porque en sus almacenes hay una gran disponibilidad de mercancía debido a que en los últimos meses las ventas se han frenado. Los dos periodos electorales por los que ha pasado el país, sumados a la inestabilidad climática, han provocado que los consumidores contengan el gasto. "Todo esto hace pensar que la abundancia de stock y el aumento de los descuentos harán un paquete atractivo que nos ayude a recuperar lo que nos ha faltado de ventas en los meses anteriores", explica Alfredo Medina, secretario general de la Asociación Canaria de Medianas y Grandes Empresas de Distribución (Asodican).

Meses malos

"Mayo y junio han sido malos en ventas, pero esto siempre pasa cuando la Semana Santa cae a finales de abril", detalla Conchi Cotino, presidenta de la Federación de Comercio de Las Palmas, quien añade que los establecimientos "se asustan" y adelantan los periodos de rebajas, algo que desde su punto de vista es "criminal" para los pequeños comercios.

Además, Cotino señala como uno de los problema para los establecimientos familiares el estrecho margen de maniobra que tienen para hacer descuentos, porque "no tienen capacidad para recuperarse entre promoción y promoción", sostiene, "antes los descuentos eran del 10% y ahora empiezan con mucha agresividad".

En esta línea, la Confederación Española de Comercio (CEC) vuelve a reclamar que hasta que no se retome la anterior regulación y se elimine el "descontrol imperante", será "muy difícil" que se pueda recuperar el impacto positivo de esta campaña de descuentos y promociones, que ya no tiene el atractivo que tenía cuando el calendario fijaba los periodos para hacer promociones.

En 2012 se liberalizaron las rebajas y, desde entonces, existe un debate sobre si es positivo o negativo para el comercio. Para Asodican, este modelo facilita que cada establecimiento determine el periodo de ofertas según sus intereses, pero la Federación de Comercio de Las Palmas considera que obliga a los establecimientos pequeños a seguir un ritmo de descuentos que no todos pueden resistir. Cotino destaca que hay marcas que tienen precios muy altos, pero "después están todo el año con promociones bajo diferentes nombres y es terrible. Sería mejor tener unos precios más asequibles para el público y hacer menos descuentos".

Sin embargo, Medina apuesta por la independencia a la hora de fijar los periodos de rebajas como herramienta para luchar contra el comercio electrónico, que "cada vez es una competencia más fuerte", ya que las tiendas online "no tienen reglas, ni horiarios, ni límites para ofrecer descuentos y promociones a los consumidores", señala el secretario general de Asodican.

La CEC estima que las rebajas se mantienen por tradición, pero la falta de regulación hace que se hayan convertido en un período de descuentos más. "Para agravar aún más la situación, el adelanto de la campaña, especialmente por las grandes firmas, empieza a ser ya masivo, no hay ningún tipo de regla, y los grandes perjudicados son, una vez más, los pequeños y medianos comerciantes que se ven empujados a competir como pueden, pero lógicamente en una clara desigualdad", denuncia el vicepresidente de la CEC, Pedro Campo.

A pesar de que muchas marcas empezaron las rebajas el pasado fin de semana e, incluso algunas, a mitad de junio, el verdadero pistoletazo de salida se dará el próximo lunes. "En la mente del consumidor está instalado que las rebajas arrancan el 1 de julio", reconoce Medina, aunque "estamos en una batalla de ofertas todo el año y al cliente lo que le interesa es que una cosa que antes costaba 100 euros ahora cuesta 60, le da igual como se llame la promoción".

Los usuarios contienen el gasto esperando que un producto que les interesa baje su precio inicial y, ante esta práctica, Medina advierte que muchas veces la espera conlleva la posibilidad de que la mercancía que se busca ya no esté disponible cuando se decida ejecutar la compra.

De cara al periodo estival de rebajas, la Organicación de Consumidores y Usuarios (OCU) recomienda a los compradores elaborar listas sobre lo que necesitan, para evitar compras excesivas. Además, es importante comprobar que los artículos rebajados conservan su precio original junto al rebajado. Estar en periodo de rebajas no cambia las garantías de compra, únicamente varían los precios. Con respecto al comercio online, la OCU recuerda que los consumidores tienen catorce días para realizar la devolución del producto, siempre que no haya ningún aviso de la marca o tienda que especifique lo contrario.