Lo que me trajo hasta Essilor en Tenerife fue mi mujer. Ella es óptica, y había encontrado una buena oportunidad en Tenerife. Fue ella quien me sugirió que enviase mi currículum y empecé cubriendo vacaciones de otros compañeros en verano. De eso hace ya 17 años.

Yo me considero una persona curiosa y apasionado de la tecnología. Siempre me ha gustado indagar en cómo funcionan las cosas, conocer los procesos de fabricación y por eso diría que una de las mejores cosas de trabajar en Essilor es tener la posibilidad de estar en contacto con toda esta tecnología innovadora.

Aquí soy monitor del laboratorio de retallado, me encargo de verificar que la graduación de los cristales sea la que los clientes necesitan, y que el proceso se lleve a cabo garantizando que los acabados de los cristales sean de la mejor calidad.

El proceso empieza cuando desde las ópticas nos envían los detalles de las distintas graduaciones que necesitan. Con estos datos pasamos a dar a las lentes su forma final en distintos aparatos, como la pulidora, y midiendo todos los parámetros durante el proceso.

En ese sentido la forma de trabajar en Essilor ha cambiado mucho. Cuando llegué aquí el pulido de las lentes se hacía con moldes y gran parte de los procesos se hacían de forma manual, incluso las comprobaciones. Ahora disponemos de aparatos que nos ayudan a que el resultado de las lentes sea óptimo, y las mediciones son rigurosas. Todo el proceso está informatizado.

También la tecnología que utilizamos tanto en las máquinas como el proceso ha mejorado. Por ejemplo, ahora empleamos el sistema de esponja, y hemos incorporado el láser para hacer los grabados con precisión. Tenemos también carriles que nos han ayudado a mejorar la eficiencia en nuestro trabajo ya que nos permite movernos con más agilidad y comodidad en la fábrica.

Con todos estos cambios puedo decir que desde aquel entonces hace 17 años Essilor ha mejorado mucho. Tanto el tiempo de fabricación como el número de errores han disminuido, y la calidad de las lentes es impecable.

Además, tengo la suerte de trabajar con compañeros estupendos, el ambiente de trabajo es muy bueno y siempre aprendes cosas nuevas. No solo tenemos una fábrica referente en innovación, sino que nosotros mismos nos estamos formando continuamente.

Al fin y al cabo, lo que realmente queremos es mejorar la calidad de vida de las personas mejorando su visión, por eso me siento muy satisfecho cuando el producto llega a los clientes, y sé que esas gafas llevarán unas lentes que hemos hecho nosotros, con esmero, cuidando el detalle.