La Provincia - Diario de Las Palmas

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Entrevista | Yaiza Castilla Herrera

"Chirría que al turismo se le aplique una tasa cuando pasa un mal momento"

"El alquiler vacacional puede convertirse en una forma de mitigar la pobreza y el desempleo en Canarias"

La consejera Yaiza Castilla fotografiada para la entrevista concedida a este periódico en Santa Cruz de Tenerife. andrés gutiérrez

¿Cuándo supo que iba a ser consejera?

Pues el día de mi cumpleaños (ríe). Me pareció un reto muy ilusionante. Llevo tres años y medio en el Senado. Me encanta, la Cámara es maravillosa y solo puedo decir cosas positivas de ella pese a que sé que es necesario reformarla. Muchas veces se la estigmatiza por cosas de las que no tiene culpa, sino por determinados políticos que han ejercido mal sus funciones de representación. Me da mucha nostalgia, pero lo que se me presentaba en Canarias era una consejería que, si no es la más potente, es de las más, y era todo un reto. En el Senado trabajas por Canarias, pero aquí lo hago más directamente. En las dos semanas que llevo es diez o veinte veces más intenso que el Senado, pero estoy tan motivada que me da igual dormir dos horas.

¿Qué ha supuesto para usted el paso por el Senado?

Me ha ayudado a desarrollarme más aún personal y profesionalmente. Es mi primera incursión en política, a pesar de que, sin estar aún en el partido, voté en bloque a ASG en las elecciones de 2015 porque confiaba totalmente en el proyecto de Casimiro. Jamás pensé que seis meses después sería senadora del partido por el que voté. El Senado te ayuda a crecer personalmente, porque entiendes que la política no es la confrontación en el hemiciclo o las comisiones, sino que por encima de los conflictos y las ideologías políticas están las amistades y las personas. Ha sido un entrenamiento para el reto que ahora afronto. En el grupo mixto del Senado tenía que dividir los tiempos. Había que hacer un parlamentarismo paralelo y negociar con los otros grupos. Era una oportunidad de visibilizar Canarias en Madrid. Hace unos días me encontré con un antiguo secretario de Estado del PP y le di las gracias por ayudarnos a sacar adelante el Plan Integral de Empleo de Canarias. Él me dijo que uno desde Madrid muchas veces no sabe si lo que nosotros estamos pidiendo es tan importante. Yo siempre intenté enfocar en Canarias y sobre todo en La Gomera, porque era senadora por la Isla.

¿Eso lo hacen también los diputados y senadores de los grandes partidos de ámbito nacional? Lo pregunto porque lo que dice coincide con el discurso de CC de que es necesario un partido de obediencia canaria en Madrid para que los asuntos de Canarias sean entendidos.

Yo en el grupo mixto podía intervenir siempre que quería. Nadie me cortaba, porque establecíamos un criterio de solidaridad. Eso te permite visibilizar el problema canario aunque sea un minuto. En los grupos grandes no ocurre eso, hay una dirección de grupo que establece qué es lo prioritario. Puedes ser un senador canario que quiera trabajar mucho pero a tu grupo no le interesa que tú intervengas porque tienen a otro que les da más votos de otros lados. Tu propio partido te bloquea. También puede pasar que te lo permitan, pero nunca como a un senador del grupo mixto, porque no tenemos filtro. Puede ser también que no quieras trabajar y tu grupo te lo permita. Eso me da rabia, porque denigran a todos los políticos y nos meten en el mismo saco. La mayor parte de los debates sobre Canarias los sacamos nosotros, los partidos que no teníamos grupo propio, porque no teníamos filtro y porque estamos para eso.

¿Qué sello pretende imprimir ASG a las políticas turísticas?

Tenemos que enfocarnos fundamentalmente en el desarrollo sostenible del turismo, acompasado con el territorio y en la línea de la lucha contra el cambio climático, y captar turismo de calidad, turistas de alto poder adquisitivo, que quieran dejar el dinero en Canarias, pero para bien, no para romper infraestructuras, para montar peleas, para desprestigiar al Archipiélago, un turismo que valore cada una de las islas. Tenemos que cualificar la oferta. El turismo de sol y playa y todo incluido ya lo tenemos y no lo vamos a poder quitar, porque generará ciertos beneficios y empleabilidad, pero habría que reenfocar. Hay que invertir más en infraestructuras turísticas y afrontar la recuperación de destinos competidores y una caída en la llegada de turistas, que puede ser cíclica. También podemos ser más competitivos abriendo nuevos mercados que hasta ahora quizás no se habían tocado o no logramos captar.

El turismo también padece la doble insularidad. ¿Cuál es la vía para que las islas no capitalinas se beneficien más del turismo?

Hay que ser más sensible con el desarrollo turístico de las islas verdes. Hasta ahora no se ha tenido tanta conciencia, se ha concentrado la promoción sobre todo en Gran Canaria, Tenerife, Lanzarote y Fuerteventura, y se ha dejado un poco de lado, por decirlo de una manera respetuosa, a las islas verdes. La Palma tiene un desarrollo más avanzado, pero La Gomera y El Hierro han estado abandonadas. No voy a descuidar para nada la estrategia en las grandes islas y no voy a poner en juego el sector ni los puestos de trabajo, pero sí que voy a ser sensible con las islas verdes. Es necesario que se ejecuten infraestructuras turísticas, que se modernicen. Allí no podemos usar el turismo de sol y playa masificado; hay que apostar por un turismo rural, de calidad, más cuidado. Con una perspectiva turística agresiva de sol y playa, eso no se tiene. Esta visión no solo la tengo porque sea de una isla no capitalina. He tenido la oportunidad de hablar con mucha gente y comparten esta idea. De hecho, la quieren para el resto de islas, porque creen que lo otro ya es un modelo que está agotado. Yo también lo creo, pero habrá que convivir.

Hay partidos en el Gobierno que dicen que la Ley de Islas Verdes puede abrir la puerta a instalaciones turísticas poco acordes con el desarrollo medioambiental.

Ellos pueden opinar eso, pero otra cosa es lo que efectivamente se vaya a hacer. Nosotros no defendemos que se haga un desarrollo hotelero o extrahotelero del calibre que ellos critican o ellos temen. Esa no es la idea. Yo tengo parte de las competencias y no lo permitiría.

¿Cuesta mucho convencer a turoperadores y aerolíneas para que pongan o mantengan conexiones con esas islas?

Muchísimo. La Palma quizás está un poco más privilegiada por el aeropuerto que tiene y porque tiene vuelos nacionales e internacionales y puede hacer una captación más potente de turistas, pero el caso de El Hierro y La Gomera es muy deficitario. Tenemos poca frecuencia horaria, poca oferta, nos quitaron el vuelo directo a Gran Canaria, que encima lo ponen solo los meses de verano, cuando el interés de los gomeros y los herreños es todo el año y las obligaciones de servicio público (OSP) deben satisfacer el interés general de los habitantes de ese territorio.

¿Se va a corregir?

Se tiene que corregir. Yo lo pedí y hay que modificar esa OSP. Vamos a ejercer presión desde el puesto que tenemos en el Parlamento y el Gobierno de Canarias. Y con El Hierro exactamente igual. A lo mejor ellos tienen más conexiones aéreas, pero con las conexiones marítimas se las ven y se las desean. Eso afecta a los propios residentes de la Isla, en su día a día, para ir a un médico, para ir a la universidad... Yo pedía los datos en el Senado y las estadísticas eran terroríficas. La mayoría de las causas de la cancelación de vuelos de La Gomera eran desconocidas. Habrá otros intereses reales detrás que no nos dicen.

¿Qué intereses?

Pues habrá aerolíneas a las que no les interesa tanto volar a La Gomera. Tenemos que ayudar a las compañías aéreas para que aporten al sector turístico, pero también tienen que poner lo suyo para que nosotros también nos desarrollemos. Y eso pasa con los residentes y con los turistas. Llegan a La Gomera y el día que tienen que hacer la conexión con Tenerife para volver a su país, se quedan bloqueados. Dejan al turista indefenso.

¿Qué importancia tiene el puerto de Fonsalía para la movilidad de las islas no capitalinas? Se le han puesto pegas desde el punto de vista medioambiental.

Bueno, habrá que ver si esas pegas medioambientales salen adelante o no. Pero con independencia de ver qué es lo que ocurre con eso, en cuanto a conectividad aliviaría muchísimo. A nadie se le escapan las congestiones que se están produciendo en el puerto de Los Cristianos. Fonsalía daría un importante alivio a Los Cristianos y de conexión con El Hierro, La Gomera y La Palma. También ayudaría a la parte sur de Tenerife en su desarrollo turístico, industrial y comercial.

¿Habrá tasa turística aunque el sector no la acepte o solo la habrá si hay consenso?

Debe haber un consenso. Insisto mucho en eso porque sé que hay declaraciones que lo dan por hecho, pero hay que ser más prudentes y analizar las cosas. La imposición de la tasa formalmente corresponde a la Consejería de Hacienda, pero estamos en un cuatripartito y tenemos que hablar. Mi intención es reunirme con las patronales, los sindicatos y la sociedad civil. No creo que la imposición de una tasa vaya a tener un efecto disuasorio en los visitantes, en primer lugar porque es muy baja y en segundo porque yo he viajado a otros países donde la tienen implementada y no he dejado de hacerlo por eso. Pero también hay que analizar que los entornos donde se ha aplicado esa tasa tienen un régimen de configuración de Estado y de fiscalidad distinto a Canarias y a España. En Canarias tenemos un régimen fiscal bien diferenciado del resto del Estado español. Hay que analizar eso. Nunca va a llover a gusto de todos, pero hay que hablar y palpar las sensibilidades de todos los sectores implicados en turismo. En tercer lugar, hay que ver y discutir a dónde va a ir destinada esa tasa en el caso de implementarse. Lo más justo sería que fuera, por ejemplo, a mejorar las infraestructuras turísticas. O a la empleabilidad o a la formación del personal. Esta sería una oportunidad para rescatar a la población sin la formación necesaria, para formar también a los que ya están y para mejorar la oferta turística de Canarias. Yo no creo que vaya a disuadir, pero sí que chirría que cuando el sector empieza a pasar un ciclo negativo se le aplique un tipo impositivo en lugar de ayudarlo. Por eso hay que sentarse con todos.

¿Comparte la necesidad de subir impuestos que han expresado otros miembros del Ejecutivo?

Estamos estudiándolo, porque no han sido propuestas en firme. Hay que analizar bien este tipo de situaciones que todavía no se han debatido formalmente en el Consejo de Gobierno, con independencia de lo que los compañeros legítimamente opinen. Lo sensato es ver qué se ha conseguido y qué no con las medidas fiscales que ya se han tomado, si han tenido efecto en la economía de las personas, y si hay otras que pueden ayudar a incrementar los ingresos para ejecutar el programa de agenda social y progresista del nuevo Gobierno. No vamos a ser insensibles a esa situación. Hemos entrado para mejorar la vida de las personas.

¿Habrá regulación del alquiler vacacional al final de este mandato?

No sé si habrá regulación, pero sí que me he pronunciado porque creo que una regulación a nivel general estaría abocada al fracaso. El alquiler vacacional tiene sus singularidades. No es lo mismo en La Gomera que en Lanzarote. Los problemas son totalmente distintos. Hay diferentes problemas por cada una de las islas. Luego hay que descender más todavía, dentro de cada isla e incluso dentro de cada municipio. Me he encontrado con familias que viven de los ingresos del alquiler vacacional y en las que, a lo mejor, ningún miembro tiene empleo. Es una forma de mitigar la pobreza y el desempleo. No voy a estar en contra de eso, pero también me he encontrado con familias a las que les molesta que en la casa de al lado entre cada cierto tiempo un turista diferente, con lo que eso supone en cuestión de ruidos, seguridad... Eso también hay que analizarlo, como lo que pasa en Lanzarote, donde por alquilar un piso a un profesor le piden casi más que el sueldo. Con una regulación general no vamos a satisfacer las necesidades de cada sitio. Podemos establecer líneas estratégicas. Es más complejo, pero hay que sentarse y cada uno, con sus competencias y conocimiento de la realidad pormenorizada, intentar adoptar una solución lo más ajustada posible.

¿Deben hacerlo entonces cabildos y ayuntamientos?

La Consejería de Turismo no se va a desprender de las competencias que tiene, por supuesto que no. El legislativo tampoco lo hará. Pero cabildos y ayuntamientos tienen mucho que decir también. De hecho, son los que sufren de primera mano. Al fin y al cabo, son problemas de convivencia, de vecindad. Tenemos que ver hasta dónde llega nuestra competencia, nuestro nivel de actuación y nuestro conocimiento de la realidad.

¿Hay también margen de mejora para las islas no capitalinas en desarrollo industrial?

Por supuesto. En cierto modo, la vía está ya marcada. Hay que seguir apostando por las líneas de subvención para la regeneración de las áreas industriales. A nivel general, pero es necesario un mayor esfuerzo en las islas no capitalinas, porque no se ha invertido o no se ha ejecutado. Hay que regenerar, modernizar y crear. Esto depende mucho del planeamiento, de la estructura de propiedad. También hay que actualizar, porque ya toca, la Estrategia de Desarrollo Industrial de Canarias y seguir apostando por el sello Elaborado en Canarias. Debemos seguir poniéndolo en valor, pero no solo en el sector industrial, porque puede ayudarnos mucho a mejorar la oferta turística, tanto externa como interna, como un factor de valor añadido. Eso va a redundar en el ámbito del comercio.

Su departamento no tiene las competencias en energía, pero ¿considera viable alcanzar el 45% de renovables que se propuso el exconsejero Pedro Ortega

No tenemos las competencias, pero vamos a apostar y apoyar el desarrollo de las energías renovables. ASG va a tener un puesto en la Consejería de Transición Ecológica. Creo que el objetivo es viable. Pedro Ortega merece todos mis respetos a nivel personal y profesional. Ha sido, si no el mejor, uno de los mejores consejeros que ha tenido Canarias. Debería seguirse esa tendencia.

Usted es la figura que más ha destacado en ASG al margen de Casimiro Curbelo

ASG siempre tendrá en sus señas de identidad la imagen de Casimiro Curbelo. Obviamente, el partido está conformado por muchas personas, pero a nadie se le escapa que el éxito ha empezado con él y se sigue manteniendo con él. Pero también tengo que decir que Casimiro es una persona muy generosa y está planteando que ASG ha venido para quedarse y debe tener proyección regional y no ser tan personalista. Hemos visto ejemplos recientes de cómo se ha desmembrado un partido cuando su líder nato no está. Esa no es, en absoluto, la visión que tiene Casimiro, que quiere que su proyecto siga vivo pase lo que pase. De todas maneras, espero que no se vaya nunca. El valor que supone y la experiencia que tiene han hecho que ASG sea clave. Por lo menos mientras yo esté, quiero que él esté también, porque es quien me ilusiona y me da fuerza.

El nuevo gobierno lanza un mensaje de renovación tras 26 años de CC en el poder, pero en sus filas hay dirigentes que llevan toda una vida en política: Román Rodríguez, Curbelo, sin mencionar alcaldes socialistas con más de 30 años... ¿Hay que limitar mandatos?

Tengo reticencias con eso. Por un lado, creo que en determinado tiempo puedes ejecutar tus políticas, pero es verdad que las cosas van lentas y necesitas al menos dos legislaturas. Por otro lado, si una persona ha hecho su papel bien y la gente la respalda en las urnas, ¿por qué privarle de estar en puestos de poder? Están legitimados, y si lo haces mal, te echan. El mejor ejemplo lo tengo en mi partido. A mí no se me ocurre votar a otra persona para el Cabildo que no sea Curbelo. Y si se presenta a presidente del Gobierno de España, también lo voto. Se mata a trabajar y la gente lo quiere. Dese una vuelta por La Gomera y lo comprobará. Lo que sí creo que hay que hacer es reforzar los mecanismos de control.

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