Llevo 42 años trabajando en Vidrieras Canarias, desde el año 1.977, cuando aún no estaba construida la planta de producción. Trabajábamos en unas oficinas en la capital, en la calle Arena.

En abril de 1.978 se inició la actividad fabril y se produce el traslado del personal administrativo a la fábrica en Telde, donde comencé a trabajar en el departamento de contabilidad hasta la fecha.

Por entonces era la más joven de la empresa, actualmente soy la de mayor antigüedad en la misma. Durante mucho tiempo, sólo éramos tres las mujeres que trabajamos en Vicsa, sin embargo en la apuesta por la igualdad, actualmente integran la plantilla más de quince, aspecto del que me enorgullezco.

Durante muchos años, nos desplazábamos a fábrica en el transporte de empresa, de ello destaco los buenos momentos compartidos con mis compañeros, la unión y el esfuerzo realizado por todo/as, así como la ilusión de trabajar en una mejora diaria.

VICSA apuesta por la formación continuada de los trabajadores y fomenta la implicación y motivación del equipo organizando eventos familiares, y otras actividades que permiten la participación e interacción.

Es un orgullo para mí pertenecer a Vidrieras Canarias S.A, empresa referente en Canarias, siempre en continuo proceso de innovación y renovación tanto a nivel industrial como administrativo, comprometida en materia de seguridad y reciclaje del vidrio, apostando por la formación continuada de sus trabajadores en un entorno social donde se respetan a las personas, las leyes y el medioambiente.

Sin lugar a dudas, me alegro de haber apostado por esta empresa que no solo es un referente en el mercado canario como industria, sino que también valora y se preocupa por el factor humano.