La incertidumbre sobre el brexit, que mantiene en vilo a Europa por sus consecuencias comerciales, económicas y sociales, comienza a tener sus primeros efectos turísticos a medio plazo en Canarias. Los británicos empiezan a inquietarse y a mostrarse más precavidos, por lo que retrasan la toma de decisiones sobre sus viajes, a la espera de cómo será esa salida de la Unión Europea que, a priori, se plantea brusca y complicada. Esa dilación a la hora de optar por un destino al que viajar comienza a sufrirla el Archipiélago, que ve cómo las reservas desde su principal mercado descienden un 11% para el próximo invierno, según los datos que maneja la empresa pública Promotur Turismo de Canarias.

A pesar de este retraso a la hora de programar sus viajes, los turistas de Reino Unido que finalmente elijan las Islas como destino se encontrarán con un aumento del número de plazas, pues la capacidad aérea crece ligeramente, un 0,9% respecto al último invierno, pasando de 2.340.748 plazas a 2.361.872, es decir, 21.124 asientos más.

La prórroga del brexit, con varias fórmulas fallidas y víctimas políticas incluidas desde el referéndum del 23 de junio de 2016, ha dado un respiro a la temporada estival. De momento, con la salida de Europa aplazada hasta el 31 de octubre, los británicos siguen siendo fieles a las Islas y la industria aérea mantiene prácticamente la misma capacidad aérea del pasado año, con 3.230.450 plazas ofertadas.

Las reservas de viaje de los británicos para este verano apenas caían un 1% hasta junio, un mes en el que además creció la afluencia de turistas procedentes de Reino Unido en un 2,7% hasta alcanzar los 421.451 visitantes, según los datos de Frontur recogidos por el Istac. De hecho, la llegada de visitantes británicos es ha incrementado un 1,4% durante los seis primeros meses de 2019, un periodo en el que llegaron al Archipiélago 2.461.859 turistas desde Gran Bretaña.

En el primer semestre del año, la isla que más sufrió el descenso del turismo procedente de Reino Unido fue con gran diferencia La Palma, con un 27,6% menos, seguida por Gran Canaria, con una caída del 8,4%. En el lado opuesto se situaron Lanzarote y Tenerife, islas en las que la llegada de visitantes británicos aumentó un 4,3% y un 3,9%, respectivamente, entre enero y junio.

Si bien la capacidad aérea con Reino Unido aguanta gracias a la tardanza de su salida de Europa, no corren la misma suerte los mercados alemán y nórdico, cuya capacidad aérea se ha reducido de forma importante este verano. En el caso germano, el descenso es del 21,1% -la quiebra de Germania ha supuesto 600.000 plazas anuales menos hacia el Archipiélago- mientras que en el caso de Finlandia, Noruega, Dinamarca y Suecia la caída es del 7,5%. El recorte conjunto de la oferta en estos mercados es de 397.154 asientos.

La situación económica de Alemania, cercana a la recesión, ha provocado un descenso del 2% en este mercado. Este hecho, unido al regreso de más destinos competidores y, por lo tanto, más opciones entre las que escoger y una mayor fragmentación de los flujos turísticos, ha provocado una caída del 17% de las reservas hacia Canarias en esta temporada estival.

La misma línea descendente se seguirá de cara al invierno, cuando la capacidad aérea del mercado germano sufrirá un retroceso del 14% y la del mercado nórdico, del 19,2%. Un descenso de 346.692?plazas que, con toda seguridad, frenará la llegada de turistas a las Islas, según valora la empresa pública dependiente de la Consejería de Turismo, Industria y Comercio del Gobierno de Canarias.

Una tendencia a la baja que se acentuará en los próximos meses, cuando continúen los recortes de capacidad aérea motivados por la adversa situación por la que atraviesa la industria en Europa. Turoperadores como Thomas Cook están poniendo a la venta sus divisiones aéreas ante las pérdidas acumuladas y otras aerolíneas con dificultades están acometiendo procesos de racionalización de costes y concentración de negocio en las rutas más rentables, lo que puede excluir a Canarias debido a su situación geográfica.