La aerolínea de bajo coste Ryanair comunicó ayer a sus trabajadores que ha iniciado el proceso para cerrar cuatro bases en España, tres de ellas en Canarias, lo que conllevará el despido del personal que presta servicio en ellas. Es la primera vez que la compañía pone por escrito sus intenciones, después de que hace poco más de dos semanas las trasladara de manera verbal a los sindicatos. En la carta enviada a los tripulantes de cabina y pilotos, Ryanair confirma la clausura de sus bases, desde el 8 de enero, en Gran Canaria y Tenerife Sur, a las que suma la de Lanzarote; además de Girona.
Según los cálculos de la Unión Sindical Obrera (USO) -organización que, junto a Sitcpla, ha convocado una huelga de tripulantes de cabina que comenzará el 1 de septiembre-, la medida afectará a 512 trabajadores. De ellos, 156 corresponden a Tenerife Sur, 110 a Gran Canaria, 82 a Lanzarote -348 entre los tres aeropuertos- y 164 a Girona. Aun así, la empresa asegura que tratará de "minimizar la pérdida de empleos" a través de traslados, para lo que abrirá un proceso de negociación.
El anuncio va más allá de lo inicialmente previsto. Ryanair solo había informado de los cierres de las bases de Gran Canaria y Tenerife Sur, y mantenía silencio sobre otros posibles desemantelamientos. En la reunión celebrada el martes, la aerolínea ni siquiera concretó el plan de clausurar la de la ciudad catalana, aunque admitió que se encontraba en riesgo. En cuanto a Lanzarote, los sindicatos destacan que, hasta ahora, no había sido mencionada.
El futuro en las Islas
Aunque la aerolínea irlandesa ha negado que los cierres supongan dejar de operar las rutas con el Archipiélago, las administraciones canarias han mostrado tanta preocupación como escepticismo los sindicatos, que dudan de ello porque, argumentan, no habrá suficientes aviones. En la actualidad, Ryanair dispone de cuatro aparatos en Tenerife Sur, tres en Gran Canaria y dos en Lanzarote. Cada uno de ellos tiene capacidad para 189 pasajeros. Teniendo en cuenta que hacen cuatro vuelos al día, las plazas diarias que se perderían superan las 6.000.
Ryanair esgrime un conjunto de razones para tomar esta decisión: el retraso en la entrega de los aviones Max que ha adquirido, la caída de beneficios durante los dos últimos ejercicios y el descenso de tarifas en el mercado europeo. Ninguna convence a los sindicatos, convencidos de que la compañía ha diseñado una estrategia para abaratar costes.
"Lo que realmente está haciendo es desmantelar sus bases en España, porque aplicar la legislación laboral española le sale más caro que contratar a nuevas tripulaciones a través de otras empresas en las que las condiciones son más precarias", denunció en un comunicado el secretario general de USO en Ryanair, Jairo Gonzalo. El representante sindical pregunta "cómo es posible que el mismo día que anuncias a tus trabajadores el cierre de bases se publiquen ofertas de trabajo para Laudamotion en Madrid y Barcelona", en referencia a la reciente compra del 100% de la aerolínea austriaca por Ryanair.
"Esperamos que, de una vez por todas, nuestros gobernantes actúen y obliguen a Ryanair a cumplir la ley, porque ya está bien de tanta tomadura de pelo", expuso Gonzalo. La secretaria de Estado de Turismo en funciones, Isabel Oliver, anunció desde Iguazú (Argentina) una reunión con la aerolínea "en la primera quincena de septiembre", detalló Europa Press. En dicho encuentro, que buscará "minimizar el impacto" de la marcha, habrá representación del Gobierno de Canarias.
