El supercontrato de viajes del Imserso tiene en vilo a casi un millón de jubilados. Primero fueron las críticas de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) sobre el mal diseño de los lotes, después la impugnación de los pliegos por parte de los hoteleros y lo último ha sido la adjudicación de lotes de forma inversa a la habitual. Un conjunto de desavenencias que han ajustado, y mucho, los tiempos y que han hecho que a mediados de agosto muchos mayores teman por sus vacaciones. ¿El motivo? Un contrato muy jugoso que asciende a 1.100 millones para las dos próximas temporadas.

La comercialización de los viajes debería empezar a mediados de septiembre, y el programa, a mediados de octubre, pero para eso no puede fallar ninguna pieza del engranaje. Y el funcionamiento de la maquinaria no pinta del todo bien. Mundosenior (Globalia y Barceló) y Mundiplan (Iberia, Alsa e IAG7) han gestionado durante los últimos cuatro años estos viajes: el primero, encargado de la costa y el interior, y el segundo, de las islas. Sin embargo, este año el programa ha sido adjudicado al revés, es decir, Mundosenior se llevó las islas, y Mundiplan, costa e interior.

Es un cambio que no es tan fácil de solucionar. En los últimos años, cada grupo empresarial ha ido creando su propia estructura alrededor de estos viajes -unos en la Península y otros en las islas- que ahora se quedaría obsoleta. Desde la Asociación Empresarial Hotelera de Benidorm y la Costa Blanca (Hosbec), explican que, en el caso de la Península, Mundiplan no cuenta con «ningún contacto» ni tampoco tiene infraestructura. «No sabemos si serán capaces de poner esto en marcha», cuenta a este medio la secretaria general de Hosbec, Nuria Montes.

Sin pronunciamientos públicos

Ninguna de las dos empresas ha querido hablar públicamente sobre las adjudicaciones, pero los dos colosos del turismo llevan dos semanas de reuniones para intentar llegar a un pacto de colaboración con la intención de evitar por todos los medios un recurso que abra la puerta a una batalla legal que casi con toda seguridad retrasaría los viajes. Así, las negociaciones implican acuerdos de gestión, por ejemplo, en las plazas aéreas (Air Europa es filial de Globalia), lo que no implica un intercambio de lotes.

Desde el Gobierno, la ministra de Sanidad, Consumo y Bienestar Social en funciones, María Luisa Carcedo, aseguró la semana pasada que los viajes comenzarán a mediados de octubre, como hasta ahora. Al mismo tiempo reconoció que las empresas tienen derecho a recurrir y están en el plazo de hacerlo, por lo que tampoco descartó esta posibilidad. En cualquier caso, el director del Imserso, Manuel Martínez Domenech, aseguró que, si eso sucede, "el Gobierno tendrá alternativas".

En el histórico de los viajes del Imserso, Mundosenior ha resultado adjudicatario del contrato de manera sucesiva -hasta el 2010, con la unión de empresas Globalia (Viajes Marsans) y Barceló (Viajes Barceló) junto con Halcón Viajes y Viajes Iberia-. Solo en tres ocasiones se presentaron otras empresas -Viajes Zoetrope (2003 y 2011) y Mas Alternativas Sociales (2007)-, sin que ninguna resultara la elegida. En el 2015 (fecha del anterior concurso), Mundiplan decidió concursar, pero los tres lotes se resolvieron a favor de Mundosenior.

Entonces, la unión de empresas formada por Iberia, Alsa, Gowaii e IAG recurrió los criterios de adjudicación ante los tribunales y estos anularon el proceso, con lo que se empezó de nuevo todo el procedimiento: se volvieron a valorar las ofertas y se resolvió como adjudicatarios a Mundiplan, para el lote de Canarias y Baleares, y a Mundosenior, para la costa peninsular y el turismo de interior. El programa no entró en funcionamiento hasta el mes de diciembre.

Entre mañana y el viernes, el Imserso publicará la adjudicación definitiva, momento a partir del cual se abrirá el plazo para que Mundosenior y Mundiplan presenten un recurso contra dicha decisión (hasta el 13 de septiembre). Esa es la fecha clave, si ninguna empresa lo presenta, el 15 de septiembre empezará la venta de los viajes para que los beneficiaros comiencen a disfrutar de sus vacaciones a partir del 16 de octubre. De lo contrario, se entraría en un limbo que podría poner en peligro el inicio de las vacaciones de los mayores.