El boom que vive la fotovoltaica ha permitido que cada vez más hogares se abastezcan con la energía que ellos mismos producen. El autoconsumo energético se ha disparado en Canarias durante los dos últimos años y ya son 228 las instalaciones autorizadas, cuando a mediados de 2017 eran solo 58. La notable reducción que han experimentado los precios y los cambios normativos, plasmados en el real decreto aprobado el pasado abril y que simplifican el proceso administrativo, explican la explosión de las cifras.

Las instalaciones de autoconsumo con energía solar fotovoltaica que a fecha de hoy disponen de permiso administrativo multiplican por casi cuatro las que se registraban dos años atrás. En términos de potencia, el crecimiento es todavía más significativo: 5.692,4 kilovatios (kW), prácticamente seis veces más que los autorizados entonces (957), según datos de la Consejería de Transición Ecológica del Gobierno autonómico.

La isla que presenta un mayor número de instalaciones registradas es Gran Canaria. Son 86 y generan una potencia total de casi 2.490 kW.; le sigue Tenerife, con 51 y 1.030,5 kW; La Palma ha protagonizado el despegue más llamativo, en junio de 2017 no contaba con ninguna instalación y hoy acoge 33, aunque la potencia que suman es de solo 155,5 kilovatios. Lanzarote dispone de menos autorizaciones, 31, pero acumula una potencia superior, 736 kW. Algo parecido ocurre con Fuerteventura, que reúne un menor volumen de instalaciones, 27, pero con más kilovatios, 1.280,3 en total. La Gomera y El Hierro son los dos únicos territorios insulares en los que no se ha registrado ninguna.

Tras una lenta evolución, el autoconsumo parece despegar en el Archipiélago al calor de la disminución de costes impulsada por la evolución de la tecnología, cuya mejora ha sido "absoluta", recalca el presidente de la Asociación Canaria de Energías Renovables (ACER), Enrique Rodríguez de Azero. Ahora instalar placas fotovoltaicas "sale a cuenta" y procura "una amortización muy rápida", expone Rodríguez de Azero, que cifra en el 80% el abaratamiento de esta fuente de energía en los últimos cinco años.