Marruecos pone el turbo para la construcción de su nuevo puerto atlántico, a 60 kilómetros de Dakhla. El Ministerio de Equipamiento, Transporte, Logística y Agua acaba de sacar a licitación la construcción de la plataforma en aguas profundas sobre el que se desarrollará uno de los pilares del plan lanzado en 2016 por el rey Mohamed VI para el desarrollo económico, industrial y social de las provincias del sur, el antiguo Sahara Occidental. Con las vistas puestas en 2030, la infraestructura, con un coste inicial revisto de 6.000 millones de dirhams (563 millones de euros), aspira a competir con el Puerto de la Luz en los negocios de contenedores, reparaciones navales y cruceros además de mantener el tradicional relacionado con la pesquería, aprovechando su situación geográfica entre África Occidental y América, igual que los recintos portuarios canarios.

A las reticencias que puede levantar en las Islas el hub marroquí se unen las de la vecina Mauritania. Apenas 450 kilómetro separan el recinto de Dakhla y del Nouadhibou, cobijo para los petroleros camino del Golfo de África.

En su primera fase se prevé la construcción de un puente de acceso de casi dos kilómetros; un dique de contención de 5.430 metros; un puerto comercial con capacidad de acoger un muelle de contenedores, otro de multiservicio, una estación de petróleo y 30 hectáreas de terrazas; la ampliación del puerto pesquero con áreas de reabastecimiento, de estacionamiento y reparación; y de otro lado un astillero con un muelle de reparación de 180 metros y un dique seco, según se puede leer en la web del ministerio.

Tanto durante su construcción como después tendrá un impacto socioeconómico significativo tanto en la provincia de Dakhla, así como en toda la región, de varios miles de empleos.

El del puerto atlántico, como el proyecto de la autovía que conectará los 1.071 kilómetros entre los enclaves turísticos del Tiznit y Dakhla y la tecnópolis Foum El Oued, en El Aaiún, son los de más envergadura del plan quinquenal de desarrollo para la zona de un total de 279. Con la mayoría ya en marcha, incluye parques de producción de energía solar y eólica, plantas de desalación de agua de mar, u otros relacionados con la agricultura, la pesca, la artesanía, la enseñanza superior o la sanidad con la construcción hospitales y centros de salud. El esfuerzo alcanza los 81.000 millones de dirhams (759 millones de euros) de inversión estatal.

Desarrollo inclusivo

El plan es un punto y seguido desde la entronización de Mohamed VI y guarda íntima relación con el nuevo estatuto político que se propone para la excolonia española.

Mohamed VI lanzó su propuesta sobre el nuevo modelo de desarrollo para la zona en su discurso en el Aaiún el 6 de noviembre del 2015, durante los actos de conmemoración del 40 aniversario de la Marcha Verde. Un modelo que tiene previsto terminar su primera fase el próximo año.

El plan propicia la creación de 120.000 puestos de trabajo y el fomento de la iniciativa privada en cuatro prioridades: las infraestructuras de comunicaciones, carreteras, aeropuertos y conectividad, en las que en incluye el nuevo puerto de Dkhala. A continuación está el proyecto emblemático de Foum El Oued, en tercer lugar las energías renovables y por último el componente social y ambiental que amalgama el desarrollo inclusivo que se pretende y que debe suponer la mejora de las condiciones de vida de los habitantes de las provincias del Sahara.

De fondo está el nuevo Estatuto de las Regiones. De hecho, a partir de 2015 se pone en marcha en estas regiones de sur -Dakhla-Río de Oro, El Aaiún-Saguía elHamra y Guelmim-Río Noun- el proyecto de regionalización avanzada cuyas líneas maestras son el anclaje de la democracia respetando la unidad del país, en contraposición a las demandas del movimiento de independentista Frente Polisario, que apuesta por la autodeterminación del territorio.

El otro gran proyecto, la tecnópolis de Foum El Oued, supone la creación de una ciudad inteligente e innovadora desde la perspectiva de la ordenación sostenible del territorio.

Ya en construcción, a 20 kilómetros de El Aaiún, ocupará un área de 600 hectáreas y conta- rá, en su vertiende educativa, con la Universidad Politécnica Mohammed VI con capacidad para 2.500 estudiantes e investigadores y un centro de enseñanza secundaria centrado en temas relacionados con el medioambiente saharaui; de otro lado, con un centro cultural con museo, pueblo comercial y artesanal, e infraestructuras hoteleras y de ocio y, por último, un centro de apoyo al desarrollo económico de las regiones del Sur en el que se abrirán un incubadora de empresas y un centro de negocios.