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Suspensión de pagos

La quiebra de Thomas Cook pone en riesgo 2.500 empleos en España

El sector, que cifra en algo más de 200 millones las pérdidas, ve con preocupación un cierre que afectará especialmente a Canarias

Thomas Cook ha anunciado la suspensión de su actividad. Reuters

Una noticia "aciaga". Así de rotundo se muestra José Luis Zoreda, vicepresidente de Exceltur, la patronal española del turismo, a la hora de referirse a las consecuencias para el sector de la quiebra del turoperador británico Thomas Cook. La suspensión de pagos -y de todas sus operaciones- anunciada por la firma va a causar un importante daño a los proveedores españoles que trabajan con ella. Un impacto que podría superar "fácilmente" los 200 millones de euros. Y eso únicamente atendiendo a la facturación de este verano, pendiente en su mayoría de cobro por parte de los contratistas españoles.

"Thomas Cook era un pionero entre los turoperadores. Su cierre es una noticia muy negativa. Además, en términos de imagen cualquier quiebra genera incertidumbre y desconfianza", dice Marcos Franco, miembro fundador de Observatur, el Observatorio Nacional del Turismo Emisor. Los datos son elocuentes. Thomas Cook tiene medio centenar de hoteles en propiedad en España, que dan empleo a alrededor de 2.500 trabajadores. Eso sin contar los establecimientos hoteleros asociados, que solamente en Canarias, su principal espacio de trabajo, alcanzaban una cifra cercana a los 350.

"Los hoteles acumulan entre el 60-65% de la deuda de Thomas Cook con los proveedores por la facturación de julio, agosto y septiembre, pero otros muchos también han quedado colgados: aviación, autocares, guías... Thomas Cook vendía paquetes con toda la experiencia turística", explica Zoreda, que cifra en alrededor de 200 millones el impacto mínimo de la pérdida en toda la cadena de empresas. "Se calcula que de mayo a diciembre había un millón de plazas programadas por Thomas Cook solo hacia las Islas Canarias", añade Marcos Franco, responsable de Observatur.

La aerolíne alemana Condor, filial de Thomas Cook, transportaba a miles de viajeros en sus vuelos. REUTERS

El turoperador, que radicaba la mayoría de sus clientes en Reino Unido, Alemania y países nórdicos, tenía como destinos principales en España a Canarias y Baleares. Fuera de nuestro país, trasladaba a miles de viajeros a las costas de Grecia, Turquía, Italia o Egipto, entre otros países del arco mediterráneo. "El territorio que más va a sufrir el perjuicio va a ser Canarias, donde además llueve sobre mojado porque viene de un verano que no ha sido bueno. Hay que tener en cuenta que la temporada alta en el archipiélago comprende los meses de noviembre, diciembre, enero y febrero. Solo el año pasado, Thomas Cook trasladó a dos millones de turistas a Canarias", explica el vicepresidente de Exceltur.

Es por ello que el propio José Luis Zoreda propone un "plan de choque" que atienda las necesidades específicas de Canarias sin caer en "agravios" con otras comunidades. "El archipiélago concentra el 25% del total de la actividad turística y necesita una gran apuesta de rescate puntual", subraya el vicepresidente de Exceltur. Baleares "ha capeado el temporal" y las comunidades mediterráneas han tenido capacidad de neutralización con el turista nacional, justifica Zoreda, que sugiere que AENA y el Ministerio de Turismo unan esfuerzos para, entre otras medidas, rebajar las tasas aeroportuarias. Si los hoteles logran reposicionar sus habitaciones en el mercado a través de otros intermediarios, aunque sea a la baja, quedaría por resolver el problema de las conexiones aéreas. "Lo importante es mantener la conectividad con los aeropuertos de Reino Unido y Alemania. El gran problema en Canarias se presenta a partir de noviembre, ya que además Ryanair ha anunciado que va a clausurar sus bases en las Islas", destaca José Luis Zoreda.

Fuentes del sector consideran que la quiebra de Thomas Cook es consecuencia de una tormenta perfecta. Por un lado, una mala gestión en la compañía, que necesitaba con urgencia cas 250 millones de euros para su supervivencia inmediata, junto con otros factores de índole política y social. La confusión generada por el Brexit ha provocado, a su vez, una devaluación de la libra británica, lo que ha encarecido la capacidad financiera de muchos de sus potenciales clientes. Y, por otra parte, surge una pregunta: "¿Ha sido capaz Thomas Cook de adaptarse a los nuevos tiempos digitales?", se cuestiona el miembro de Observatur. A la vista de su último movimiento, parece que no. Los turistas buscan ofertas más personalizadas, especialmente en propuestas de bajo coste, a lo que se une un cambio de tendencia en el que aumentan los viajes en solitario en detrimento de los de carácter familiar. Asimismo, Zoreda reclama una evolución en el modelo turístico. "Necesitamos ir a un sistema donde tengamos menos viajeros, pero que dejen más dinero. Y eso se hace con una oferta que dé valor añadido".

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