La bancarrota de Thomas Cook comienza a dejar un reguero de víctimas en el sector hotelero de las Islas. Por ahora, ya son cuatro los establecimientos que han tenido que reducir sus plantillas en plena temporada alta para Canarias. En concreto, se trata de un hotel de Fuerteventura, el Fuerteventura Princess, dos en Lanzarote, el H10 Lanzarote Princess y el HD Beach Resort, y el complejo de apartamentos HSA Ficus, ubicado también en tierras conejeras.

El caso más sangrante es el del Hotel Club Fuerteventura Princess, pues cerrará sus puertas durante seis meses y aplicará un Expediente de Regulación Temporal de Empleo (ERTE) a su plantilla, formada por unos 200 empleados, 180 de ellos de carácter indefinido. La dependencia que este hotel tenía del turoperador británico es tal que ahora mismo, según fuentes sindicales, sólo cuenta con una veintena de clientes en sus habitaciones, muy lejos de las 900 camas que conforman su capacidad alojativa.

Se da incluso la circunstancia de que este establecimiento acababa de invertir alrededor de 20 millones de euros en la renovación de sus instalaciones para adaptarlas al concepto Thomas Cook, diseñado a imagen y semejanza de los clientes de este turoperador que acaba de quebrar.

La idea es que la empresa vaya incorporando a sus trabajadores conforme vaya consiguiendo recuperar la clientela, tanto mediante la captación de otros turoperadores e intermediarios, como a través de un descenso de los precios, "que en algunos establecimientos han caído ya entre un 15% y un 20%", tal y como explica Francisco González, secretario del sector de Hostelería y Turismo de UGT en Canarias.

A comienzos de la próxima semana, el Comité de Empresa se sentará con la dirección para establecer los términos de este ERTE, con el objetivo de conseguir que éste culmine no sólo con el regreso de todos los empleados a sus puestos de trabajo sino también con las mismas condiciones.

Efectos en Lanzarote

La bancarrota de Thomas Cook también se está dejando notar, y mucho, en la isla vecina. Es el caso del complejo de apartamentos HSA Ficus, ubicado en Costa Teguise, que también llevará a cabo un Expediente de Regulación Temporal de Empleo, que tendrá una duración de dos meses y que afectará a los 50 trabajadores que forman la plantilla. Mientras dure este ERTE, la empresa aprovechará para renovar las instalaciones.

Menos drásticas van a ser las medidas que tome el Hotel H10 Lanzarote Princess, que anteriormente pertenecía a esta cadena pero que fue adquirido por la multinacional H10. Actualmente, este establecimiento situado en Playa Blanca, que cuenta con 800 camas, se encuentra al 55% de la ocupación, lo que ha evitado que las consecuencias sean mayores.

De todas formas, la dirección ya ha explicado a los trabajadores que reducirá en un 15% la actual plantilla, formada por 150 personas, lo que conllevará más de una veintena de empleados que se quedarán en el paro. Además, se reconvertirá a una parte de los trabajadores en fijos discontinuos, es decir, que dejarán de trabajar durante varios meses y luego se reincorporarán sin perder su condición de empleados con contrato indefinido. "La orden es que hay que reducir la plantilla, por lo que dejarán de renovar", asegura González, presente ayer en la asamblea de trabajadores de este establecimiento, donde además la dirección está aprovechando para "invitar" a sus empleados a que disfruten ahora de sus vacaciones.

Otro de los complejos hoteleros situados en Lanzarote que ha empezado a tomar medidas es el HD Beach Resort, en Costa Teguise. Fuentes sindicales informan de que la empresa ya ha informado individualmente a los trabajadores que estaban pendientes de la renovación de que ésta no se llevaría a cabo. De las 70 personas que forman parte de la plantilla, ésta se reducirá en más de la mitad, pues se quedará con apenas 30 empleados. Además, fuentes sindicales informan de que las subcontratas que se encargan de servicios como la jardinería también dejarán de trabajar para el hotel.