Con la crisis de Thomas Cook aun sin cerrar, las patronales turísticas Islas advierten de otro peligro que se cierne sobre el sector turístico del Archipiélago: el impuesto a queroseno que estudia Bruselas. Es la respuesta de la Comisión Europea a una iniciativa ciudadana europea promovida por los grupos de estudiantes que lidera la sueca Greta Thunberg para acabar con la exención del combustible de aviación en el continente.

El informe que tiene la Comisión sobre la mesa, según se ha filtrado, desvela que gravar el combustible para la aviación reduciría las emisiones de CO 2 por los vuelos en un 11% y no tendría un impacto neto en el empleo ni en la economía en su conjunto, al tiempo que recaudaría casi 27.000 millones de euros al año.

Las patronales Ashotel, Asofuer, FEHT y la Federación Turística de Lanzarote (FTL) avisan de los perjuicios para Canarias. Un territorio de la Unión Europea absolutamente dependientes del transporte aéreo, ya que por su situación ultraperiférica no dispone de ningún otro medio de transporte alternativo, como sí ocurre con el resto de los países del continente.

Las patronales recuerdan que la conectividad aérea es vital para la economía de la región, que sustenta su motor económico en el turismo. Las Regiones Ultraperiféricas (RUP) deben disponer de un trato adecuado a su condición en todos los ámbitos, tal y como establecen los tratados de la UE y, especialmente, en conecticidad. Por ello abogan por una exención absoluta a los vuelos con destino a estas regiones, en las que el posible efecto contaminante de los vuelos será enjugado por el resto de las medidas de protección medioambiental que se apliquen en el continente.