Ángel Ron, expresidente del Banco Popular, está citado este miércoles y jueves a declarar como investigado ante el titular del Juzgado Central de Instrucción número 4 de la Audiencia Nacional, José Luis Calama, por las presuntas irregularidades que llevaron a la quiebra a la entidad financiera.

Ron está imputado en la causa desde que en octubre de 2017 la Audiencia Nacional aceptó la querella interpuesta entre otros contra él, por presuntos delitos societarios, de administración desleal, contra el mercado, falsedad documental y apropiación indebida en el contexto de la gestión del Banco Popular en los ejercicios previos y posteriores a la ampliación de capital acometida en el año 2016.

Desde la apertura de la causa, se han efectuado diligencias tales como recabar informes de situación tanto de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) como del Banco de España tendentes a analizar si se falsearon las cuentas y se engañó a los inversores de cara a ese proyecto por el que el Popular amplió su capital en 2.505 millones de euros que habrían de reportar importantes beneficios y cobro de dividendos.

Durante todo aquel proceso, Ron defendió la situación "inmejorable" del banco y su solvencia económica y patrimonial. Sin embargo, los beneficios se convirtieron en pérdidas y los dividendos nunca llegaron. Las demandas contra los antiguos gestores versan por ello en torno a presuntas "irregularidades contables" de los últimos ejercicios, así como la supuesta falta de veracidad de los folletos emitidos por la entidad para las ampliaciones de capital.

Sobre este asunto, el juez y la Fiscalía Anticorrupción han escuchado ya al exvicepresidente con Ron Roberto Higuera y al que fue su consejero delegado, Francisco Gómez Martín, y ambos defendieron la ampliación de capital y las decisiones tomadas por aquella ejecutiva del banco.

Gómez Martín, que declaró el pasado 18 de octubre, incidió en que la operación contaba con el visto bueno de la CNMV y el Banco de España y defendió, en general, la gestión de Ángel Ron. De hecho, apuntó que era la envidia de los bancos 'medianos' españoles y que su error, como el de otras entidades financieras o cajas de ahorro, fue invertir en el mercado inmobiliario.