Las patronales hoteleras de Canarias exigen que tanto la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) como la Unión Europea vigile muy de cerca la compra de Air Europa por parte del grupo IAG, a través de su compañía aérea Iberia. Tanto la Asociación Hotelera y Extrahotelera de Tenerife, La Palma, La Gomera y El Hierro (Ashotel) como la Federación de Empresarios de Hostelería y Turismo de Las Palmas (FEHT) esperan que Bruselas garantice que esta adquisición no se convertirá en un monopolio del mercado aéreo entre el Archipiélago y la Península. Los hoteleros temen que esta situación desemboque en una subida de precios en los billetes de avión y una reducción de la conectividad, lo que perjudicará la llegada de visitantes peninsulares a las Islas en plena recuperación del turismo nacional y con el extranjero en progresivo descenso.

La adquisición de la aerolínea de Globalia fue anunciada el lunes y se llevará a cabo el segundo semestre de 2020, siempre y cuando sea aprobada por los órganos de competencia, tanto nacionales como europeos. De hecho, Ashotel está estudiando personarse como parte interesada y solicitar a la CNMC los informes preceptivos de la citada operación, con el fin de conocer los detalles de primera mano. Asimismo, la patronal está dispuesta a acudir a las instituciones europeas de Competencia para que analicen si esta adquisición se ajusta o no a derecho.

Precios más altos

Precisamente, en diciembre de 2017 Bruselas autorizó con condiciones que Lufthansa comprara la filial LGW de Air Berlin ante el riesgo de que se produjera una situación de monopolio. La aerolínea tuvo que comprometerse a que en el aeropuerto de Düsseldorf sus slots, es decir, sus derechos de despegue y aterrizaje, no crecieran más de un 1% para que así sus competidores siguieran controlando el 50%.

El presidente de Ashotel, Jorge Marichal, considera que a priori la noticia "no parece positiva para Canarias ya que podría afectar a la conectividad del Archipiélago en un momento complicado tras la quiebra de Thomas Cook". Cuando se produzca la adquisición de Air Europa, el grupo IAG, que en Canarias opera con Iberia, Iberia Express y Vueling, controlará el 72,2% de las plazas aéreas que unen las Islas con el resto del territorio nacional, al ofrecer 3,6 millones de asientos de los cinco millones existentes en la actualidad.

"Todo lo que sea concentración de conectividad en menos manos y menos compañías desde luego que no es una buena noticia", coincide José María Mañaricua, presidente de la FEHT, que considera que posiblemente se produzca "una reducción de conectividad en algunas rutas, así como que se intente aumentar la rentabilidad de otras, lo que podría terminar en una pérdida de asientos y un aumento de los precios de los billetes de avión".

Perjuicios para los residentes

Este posible encarecimiento, que por ahora ha sido descartado por el grupo IAG, afectaría a un turismo peninsular que se encuentra en plena recuperación y que se ha convertido en la tabla de salvación del sector en las Islas, al aumentar un 14% en los primeros nueve meses de 2019 frente a la caída de los visitantes extranjeros en un 5%.

Evidentemente, en un territorio archipielágico como Canarias, la capacidad de volar de sus habitantes se vería todavía más perjudicada. La quiebra de Thomas Cook, el cierre de las bases de Ryanair en Gran Canaria, Tenerife y Lanzarote el próximo mes de enero, cuando también Norwegian eliminará las rutas que unen las islas capitalinas con Madrid constituyen tres crisis aéreas de dispar naturaleza que conllevan una inevitable reducción de la conectividad.

"La tan reclamada bonificación del 75% a los residentes podría quedar diluida si como consecuencia de esta concentración los precios de los billetes siguen aumentando", se queja Marichal. Además, las expectativas de establecer la quinta libertad aérea en los aeropuertos canarios están ahora más lejos que nunca, según critica Ashotel, pues esta operación se hace con el firme propósito de impulsar el hub del aeropuerto de Madrid-Barajas Adolfo Suárez.