El Grupo Ving, división escandinava de Thomas Cook, que cambió de manos la semana pasada, garantiza el cumplimiento de las reservas realizadas por los clientes antes de la quiebra de la matriz y los pagos a los hoteleros. La compra de la empresa por parte del grupo Strawberry (40%) y los fondos de inversión británicos Altor Fund V (40%) y TDR Capital (20%) salvó la temporada invernal en las Islas en lo que respecta al mercado nórdico. La desaparición del turoperador británico puso en peligro hasta 400.000 plazas aéreas, más del 60% de ellas en Gran Canaria.

El magnate noruego Petter Stordalen, que controla Strawberry y alma máter de la operación de compra, visita en estos días el Archpiélago. Este sábado explicó en una comparecencia celebrada en el hotel Gloria Palace Royal (Amadores) junto al presidente de la Federación de Empresarios de Hostelería y Turismo (FEHT), José María Mañaricua, los detalles de la operación y sus planes de futuro.

Sabe que sus compañeros de viaje deshacen posiciones en un plazo de entre cinco y seis años. Se trata de vehículos de inversión, por lo que en el momento que obtienen la rentabilidad pretendida, venden en busca de nuevos caladeros de negocios.

No es el caso de Strawberry. "Yo he llegado para quedarme, desde luego", señaló Stordalen. Su único objetivo en este momento con respecto al negocio es el de "crecer junto a los hoteleros" de las Islas. Incluso, dirigiéndose a Mañaricua, aseguró que si los empresarios de las Islas construyen más hoteleros, él se encargará de llenarlos.

La división escandinava de Thomas Cook gozaba de buena fama merced a una saneada gestión y a la rapidez con la que fue derivando el negocio hacia el ámbito digital. Los clientes no faltaban, porque para los ciudadanos de Dinamarca, Suecia, Noruega y Finlandia, Canarias "es el mercado más importante en invierno", recalcó Petter Stordalen.

Interés de 20 compañías

De ahí que un total de hasta "20 compañías", detalló el inversor noruego, se implicaran en la carrera por salvar de la quiebra a Ving. ¿Por qué resultó elegido el consorcio que conforman Strawberry, Altor y TDR? El magnate noruego dio máxima relevancia al hecho de que su operación incluyera la compra de la aerolínea Thomas Cook Airlines Scandinavia , que ha pasado a llamarse Sunclass Airlines, y el mantenimiento de los puestos de trabajo.

Un equipo de 35 abogados dieron forma legal a la oferta. Otros competidores llegaron a ofertas similares pero daban un plazo de tres meses para hacerse cargo de la compañía aérea. Eso habría dejado sin vacaciones a gran parte de los 400.000 nórdicos que ya habían reservado unas vacaciones en el Archipiélago. El anterior grupo Ving "estaba quedándose sin dinero", por lo que tomaron el control "en días". De lo contrario, a esos viajeos solo les habría quedado "reclamar al seguro" el reintegro de las cantidades que habían abonado. "Queríamos evitar eso a toda costa", expuso Stordalen.

De tal manera que dejaron partir el último avión ya con la garantía de haber dotado de liquidez a la compañía, 557,3 millones de euros (6.000 millones de coronas suecas). "En el aire, el comandante informó al pasaje de que la compañía acababa de quebrar y, al segundo siguiente, de que había entrado un nuevo grupo inversor", continuó el principal referente del renovado Grupo Ving. De esa manera lograba limpiar el pasado de la compañía, cuyos ingresos se iban por el sumidero en que se había convertido la falta de liquidez de la quebrada matriz.

Tampoco habrían tenido fácil cobrar los hoteleros canarios que tenían acuerdos de contratación con Thomas Cook. "El primer día de este mes les pagamos entre 50 y 60 millones de euros", informó el magnate noruego. Un auténtico salvavidas para negocios de las Islas que se vieron atrapados en un callejón de difícil salida en la madrugada del 23 de septiembre, día de la quiebra del turoperador.

En la decisión de los anteriores propietarios de elegir a Strawberry y sus socios también pesaron el conocimiento del negocio turístico que atesora el propio Stordalen y su carisma. Este sábado sus compatriotas lo paraban por los pasillos del hotel moganero en el que compareció para fotografiarse junto a él. Con todos conversaba mientras repartía saludos.

Bromeó con el traductor y con la prensa, propició apretones de manos y lejos de trajes y corbatas, apareció ataviado con vaqueros y una camiseta blanca de apariencia básica pero firmada por Pierre Balmain. Quiso mostrarse cercano y quienes lo conocen aseguran que no se trataba de impostura, "es así".

Strawberry cuenta con 206 establecimientos alojativos en los países nórdicos y tiene otros 27 en pleno proceso de construcción. Stordalen se jactó de contar con aplicaciones para teléfono móvil que permiten contratar unos días de asueto totalmente ajustados a las necesidades de cada perfil. Por ello, se declaró convencido de "la importancia que mantendrán los turoperadores" en el futuro del negocio.

En el Archipiélago, al menos de momento, no está "pensando en comprar". El objetivo, lo recalcó una y otra vez, es "crecer junto a los propietarios locales", bien mediante "contratos de franquicia", o, como mucho, a través de la fórmula del "alquiler".