La incorporación de la sostenibilidad en la actividad empresarial no es solo una obligación y una responsabilidad, sino que también es una estrategia corporativa rentable y necesaria. El director de Soluciones Sostenibles de BBVA, Daniel Navia, se mostró ayer así de contundente para describir la oportunidad que, a su juicio, representa la economía verde. Es algo, apuntó, de lo que ninguna compañía puede escapar. La crisis climática es la principal preocupación medioambiental en numerosos países, cuenta cada vez más con más espacio en los medios de comunicación y no solo alcanza a las políticas de las grandes empresas, sino que también toca a las de mediano y pequeño tamaño. "Quienes quieran triunfar en los próximos años van a tener que incorporar la sostenibilidad", afirmó.

Navia, que impartió la conferencia Sostenibilidad y Estrategia Empresarial en el marco del Foro Club LA PROVINCIA organizado por BBVA y Prensa Ibérica en Canarias, hizo hincapié en que los consumidores -y no solo los más jóvenes- demandan a las compañías mover ficha en materia de sostenibilidad. El director de Soluciones Sostenibles de la entidad bancaria señaló, de hecho, que en torno al 80% de los clientes consideran relevante que las empresas cuentan con políticas favorables con el medio ambiente. Y en el cumplimiento de los requerimientos que exige la economía verde, juega un papel fundamental la transformación tecnológica. "La sostenibilidad deja de ser un coste para ser una opción financieramente sostenible", señaló.

Si antes los productos sostenibles equivalían a un artículo caro y, por ende, se movía en un mercado con potencial limitado, ahora, con el imparable ritmo del cambio tecnológico, se abre una amplia ventana de posibilidades. El producto final es más eficiente y se encuadra en un mercado de masas con un crecimiento diferencial. Es más, aseguró que los artículos que no sean sostenibles quedarán relegados en el mercado. Y no quedó ahí. Bajo su punto de vista, los clientes pueden llegar a "abandonar" a las empresas que no tengan planes en esta materia.

Navia expuso, a su vez, que son cinco los cambios tecnológicos sobre los que se asienta la adaptación de las compañías a la sostenibilidad: la eficiencia energética, las energías renovables, la movilidad eficiente, la economía circular y la digitalización como herramienta transversal.

De las inversiones en tecnologías que reducen el consumo energético, el director de Soluciones Sostenibles de BBVA indicó que hay un potente apoyo público al respecto. Sobre la apuesta por las fuentes limpias, Navia esgrimió que se trata de un caso win-win (ganar-ganar), pues la empresa no solo gana con esa inversión, sino que también mejora su posicionamiento de cara al consumidor.

Los cambios en las tecnologías de la conducción o en el almacenamiento de la energía propicia también una transformación en la movilidad, que a su vez está sujeta a modificaciones regulatorias que pueden afectar a la demanda. Una metamorfosis que, apunta, también llega a la economía circular a través del reciclado y rediseño de productos, una parcela que, según enfatizó, tiene un "potencial increíble" de ahorro económico.

Retos y oportunidades

Ante un aforo de más de 70 personas, entre las que se encontraban numerosos empresarios y Fernando Clavijo, senador autonómico y expresidente del Ejecutivo regional, Navia desgranó durante poco más de media hora los retos y las oportunidades que se derivan de la adaptación del tejido empresarial a la sostenibilidad. Apoyado en unas diapositivas y con referencias a numerosos ejemplos de la vida cotidiana, el directivo de BBVA destacó la importancia que ha adquirido la conciencia medioambiental en el día a día de cualquier tipo de empresa. Desde la aerolínea con la que voló hasta las Islas, que informó a los pasajeros que el avión en el que viajaban era más sostenibles que otros, a un bar en la capital grancanaria, donde también percibió la apuesta por la sostenibilidad. Por la proliferación de informaciones sobre esta materia, incluso en diarios deportivos, así como el significativo cambio de rumbo en numerosas empresas, Navia sostuvo que en la actualidad es "muy difícil" encontrar compañías que mantengan que la sostenibilidad "no va con ellas".

En plena ebullición de la lucha contra la crisis climática, una de los aspectos que más dudas generan es el marco normativo. ¿Pero qué papel juega la regulación en este campo? Navia indicó que las incertidumbres regulatorias son inevitables, pero también que ya nadie cuestiona que es necesaria más transparencia. Como ejemplos de la regulación en este campo desgranó la ley de información no financiera y el plan de contratación ecológica del Estado.

El director de Soluciones Sostenibles de BBVA señaló, asimismo, que el sector financiero está implicado en el impulso regulatorio. En dos años, añadió, habrá una regulación "muy potente" en materia de sostenibilidad. Y advirtió, al mismo tiempo, que el papel que desempeña la Unión Europea (UE) "cambia la jugada". Navia recalcó que debido al crecimiento de este mercado, la UE regulará lo que es sostenible y lo que no: "Va a pasar en un horizonte relativamente breve". Por eso insistió en que es importante conocer los parámetros que definirán el marco de actuación a la hora de invertir -o de financiar en el caso de las entidades bancarias- en proyectos sostenibles.