La convergencia de los europeos de las regiones ultraperiféricas (RUP) regiones ultraperiféricas (RUP)con el nivel de vida de sus pares de la UE es un objetivo más lejano en 2019 de lo que era hace diez años. La renta por habitante de Canarias ha pasado del 90% al 76% de la media de la eurozona, desde 2008. Al resto de la zona EU-RUP no le ha ido mucho mejor. Madeira ha pasado de ser una región en transición (79% de la renta media por habitante en 2008), a ser una más entre las regiones menos desarrolladas de la Unión (74% en 2017, según el último dato de Eurostat disponible). Solo Canarias y Martinica siguen siendo, técnicamente, regiones en transición (las que superan el 75% de la renta media europea). El resto de las RUP está en el pelotón de las menos desarrolladas de Europa. El nivel de vida de los mayotenses, por ejemplo, solo llega al 35% del de sus pares de la Europa continental.

En este contexto, la Política de Cohesión para 2021-2027 es, más que nunca, una cuestión existencial para las RUP. El Consejo Europeo del 12 y el 13 de diciembre ha tomado nota de la propuesta de la Presidencia de turno del Consejo de la UE, que recae en Finlandia, sobre el nuevo Marco Financiero Multianual (MFM), el presupuesto a largo plazo de la Unión. Los fondos para la cohesión territorial se reducen en un 12% con respecto al sexenio de 2014 a 2020. La asignación a las regiones ultraperiféricas, sin embargo, sortea el tijeretazo, gracias a un nuevo método de asignación que reconoce compensaciones que no existían hasta ahora, por la acogida neta de migrantes o la emisión de gases de efecto invernadero. Es el primer Presupuesto que piensa en una UE sin el Reino Unido.

Los líderes de la eurozona han remarcado que "el Marco Financiero Multianual para 2021-2027 contribuirá significativamente a la acción de la UE sobre el clima", según la nota de conclusiones del último Consejo Europeo de 2019. La presidenta de la Comisión, Úrsula von der Leyen, presentó el miércoles 11 de diciembre su Pacto Verde para la neutralidad climática de Europa. Será la primera prioridad del próximo Presupuesto a largo plazo de la Unión. Los jefes de Estado y de Gobierno también han pedido al presidente del Consejo, el belga Charles Michel, que "dé un impulso a las negociaciones sobre el Marco Financiero, con el propósito de alcanzar un acuerdo final" del Parlamento Europeo y el Consejo de la UE, colegisladores en el Derecho Europeo.

Nuevo presupuesto

El gasto total de la UE será de 1,087 billones de euros durante el ciclo 2021-2027. La discusión de los líderes europeos está dividida entre el bloque de los a sí mismos llamados "amigos de la cohesión" (principalmente, países de Europa del Este y del Sur) y el bloque de los "amigos de la austeridad" (lo del norte de Europa). Los primeros postulan que la contribución de los Estados miembros a la financiación de la UE sea del 1,3% del PIB de cada uno, mientras que el documento de discusión elevado por Finlandia a la agenda del Consejo Europeo propone una aportación del 1,07%.

Una nota técnica publicada el 12 de diciembre por la Conferencia de Regiones Periféricas y Marítimas (CPMR), un think tank con base en Bruselas, compara los fondos de la política regional del periodo 2014-2020, con los de la propuesta de la Comisión Europea para 2021-2027 -formulada en mayo de 2018- y los del documento llevado por la Presidencia finlandesa a la útima cumbre europea. El resultado es elocuente: la carpeta de negociación preparada por Finlandia reduce un 12% los fondos de la llamada Política de Cohesión.

La Comisión reduce a 330.000 millones la dotación que entre 2014 y 2020 sumó 370.000 a través del Fondo Europeo de Desarrollo Regional, el Fondo Social Europeo Plus y el Fondo de Cohesión; Finalmente, lo que los líderes de la Europa de los 27 tienen sobre la mesa es una propuesta de recortarla hasta los 323.000 millones de euros. La Política de Cohesión ha pasado de representar el 35% del Presupuesto de la UE, en el periodo 2014-2020, al 29,7% en el último borrador.

A pesar de estas funestas previsiones para los "amigos de la cohesión", las RUP han conseguido sortear los sucesivos tijeretazos en el proceso de negociación del próximo Marco Financiero Multianual. Les ha servido de escudo, en primer lugar, su reconocimiento como territorios singulares en el artículo 349 del Tratado de Funcionamiento, y en segundo lugar, una eficaz política de lobby de sus gobiernos regionales ante las autoridades de Francia, Portugal y España, y de Bruselas.

Nuevo método de asignación

La comparación hecha por los expertos del CPMR muestra que, si bien Canarias y Martinica entran en el grupo de las regiones en transición, y por lo tanto, les corresponde, en principio, una asignación menor de fondos, sus desventajas permanentes son compensadas con ayudas específicas en el nuevo Marco Financiero. La recepción de migrantes, su naturaleza de regiones-frontera, el desempleo juvenil, el bajo nivel educativo o la emisión de gases de efecto invernadero hacen que reciban asignaciones adicionales.

De hecho, la propuesta de la Presidencia de Finlandia al Consejo Europeo de diciembre mejora la posición de las regiones ultraperiféricas con respecto a la de la Comisión Europea en 2018. El bonus por desempleo pasa de 500 a 560 euros por persona en Canarias y Guadalupe, y a 570 euros por persona, en Azores, Madeira, San Martín, La Reunión, Guayana y Martinica, como regiones del grupo de las menos desarrolladas.

La asignación por acogida neta de migrantes pasa de 400 a 405 euros por persona para todas las RUP. Lo que se reduce, en cambio, es la asignación específica para el objetivo de Empleo y Crecimiento en el Fondo Europeo de Desarrollo Regional. La Comisión proponía 1.447 millones y el Consejo Europeo discute la propuesta de la Presidencia de Finlandia de dejarlo en 1.400 millones.

El CPMR recomienda a los líderes de la eurozona un Presupuesto más ambicioso para afrontar "las múltiples ambiciones" de la Unión, entre ellas, un Pacto Verde para alcanzar la neutralidad climática del bloque en el 2050. Para los investigadores de este laboratorio de ideas, la aportación de los Estados miembro al Presupuesto de la UE debe llegar al 1,3% del PIB nacional.